Ella sabe perfectamente lo que ha hecho. ¡Vaya si lo sabe! Ana Carrasco (Cehegín, Murcia, 10 de marzo de 1997), como María Herrera, Beatriz Neila o Andrea Sibaja, son conscientes de que cualquier resultado, conquista y, no digamos ya título, victoria, pole o vuelta rápida, es un logro impresionante. No por ellas, que están ahí para conseguirlo, sino por demostrar que, en uno de los pocos deportes donde las chicas pueden codearse con los chicos, ellas también saben ganar. Ni Ana, ni María, ni Beatriz, ni Andrea, que han corrido en Supersport300 rodeadas de chicos, lo hacen por reivindicar nada. Se sienten pilotos y tratan de ganarse un hueco en el deporte de élite. Y, de momento, Ana Carrasco ha dejado al mundo boquiabierto.

-No le preguntaré, tras su gran conquista, por qué está contenta, pero sí a quién ha visto más contento por su título de Supersport300.

-A muchísima gente: a mi familia, a mis padres, a mis hermanos, que nunca vienen a los circuitos y a mi equipo, que es con quien más he compartido la dureza y, sobre todo, los altibajos de este año tan duro y raro.

-Raro, lo dice por los cambios de reglamento, por ganar en Imola (Italia) y Donington (Inglaterra) y, luego, sufrir por el aumento de peso o la reducción del poder de su motor…

-Esas cosas sabíamos que podían pasar. Al fin y al cabo, estamos en una categoría muy nueva y, por tanto, es entendible que los organizadores vayan buscando su puesta a punto también en cuanto al reglamento. Lo digo porque, claro, vienes de ganar y, luego, te ves metida en el pelotón, peleando de forma muy apretada. En ese sentido, espero que este título me dé la posibilidad de dar el salto, dentro Kawasaki, y ser una piloto oficial de verdad.

-Arrancó en Magny Cours sabiendo ya que no podría llegar al podio.

-Fue una semana durísima, pues el título se nos había envenenado un poco. O mucho. En carreras tan cortas, si sales tan atrás, la mentalidad ha de ser: ‘Venga, lucha, corre lo que puedas, pasa a quien puedas, pero no te caigas’. Y, al final, Dani Valle, al que ya le he dicho que le pago una cena donde quiera, superó a Mika Pérez en la última curva y yo, que estaba ahí, que aguanté, que remonté 10 puestos, logré el título por mi regularidad, pues puntué en todas las carreras.

-Ya sabe lo que dijo Marc Márquez, ¿no? Que lo que tiene que hacer es celebrarlo mucho.

-Pues, mire, todo eso es lo que aún no he podido hacer. ¡Encantada de estar liada! Pero, sí, tengo ganas de llegar a casa y hacer un fiestón con familia y amigos.

-Valentino Rossi comentó que su corona es de las buenas porque el título llega no por un día, por una carrera, por la suerte de un GP, sino por toda una temporada ahí arriba.

-¡Uf! Aún recuerdo cuando le di la paliza, hace ya algunos años, a Pablete Nieto para que me presentase a Vale y a Marc. Y recuerdo cuando nos hicimos la foto con María Herrera y Marc nos dijo: ‘Me vais a sonrojar’. Los dos fueron encantadores. Bueno, sí, está muy bien que campeones como ellos te reconozcan lo realizado. Y, respecto a la regularidad que comenta Vale, podría decir que he ganado el Mundial como Marc gana ahora los suyos, con cabeza. Si puedo gano y si no, puntúo.

-Dovizioso, subcampeón de MotoGP, afirmó que no debería tener prisa por llegar a MotoGP.

-Bueno, ellos saben dónde están. Es evidente que no me ven aún ahí, como yo tampoco, pero tengo la intención de seguir alargando mi sueño hasta llegar donde están ellos. Si no hubiese logrado este título, no tendría posibilidad alguna de decir que quiero correr algún día en MotoGP. Así que, tras esta conquista, puedo permitirme hablar de ello, ¿no? O, como poco, estar ilusionada.

-Perdón, el lema de su camiseta ‘Ride like a girl’, pilota como una mujer. ¿Va dirigido a alguien?

-Bueno, sí, sí, es una manera de contestar, simpáticamente, sin querer herir a nadie, a todos los que, a menudo, dicen, despectivamente, eso de: ‘¡Ojo! Que hay una mujer al volante’. Una manera de decir: ‘Aquí estamos y también sabemos pilotar, conducir, ganar, competir’.

-Usted ha demostrado que el motociclismo también es cuestión de picardía, manos, estrategia, al margen de fuerza.

-Es evidente que es un deporte donde la mecánica es muy importante para todos, también para Marc y compañía. Y en el que, como ha demostrado el propio Dani (Pedrosa), no hace falta tener el cuerpo de Valentino Rossi para ganar. Pero algo de fuerza se necesita, ¡vaya que sí!

-Usted lleva años en esto, ¿se ha sentido querida en el paddock?

-Siempre, toda la vida, desde el primer día, en todos los equipos, en todos los campeonatos, en todas las categorías. Sí, yo siempre me he sentido una más. Porque soy una más. Soy piloto.

-Está abriendo muchas puertas a otras deportistas...

-Y me siento muy orgullosa de ello, pero es una consecuencia de mi profesión, de mi voluntad, de mi sueño, de mi tozudez, de haberme propuesto llegar aunque sabía que tendría más dificultades que otros pilotos. Si con ello ayudo a otras mujeres, mejor que mejor, pero no me siento especialmente una heroína por haber abierto caminos, porque hay millones de mujeres en todo el mundo que lo intentan cada día.

-Menudo detallazo la dedicatoria de su gran título a Luis Salom.

-No podía hacer otra cosa. Éramos muy amigos. Le quería mucho y lloré mucho por él. Y, cuando murió, pensé: ‘Si logras algo grande, será para él’. Y para él ha sido este título.