Los fuegos de artificio han llegado a su fin y comienza la hora de la verdad para el Real Zaragoza. La escuadra blanquilla arrancará el viernes su quinto proyecto consecutivo en Segunda (si se le puede llamar así vistos los innumerables cambios que se producen cada campaña) en el Heliodoro Rodríguez López ante el Tenerife y lo hará en un verano que, quizá, a criterio de cada uno queda, sea el que más dudas ha dejado sobre el rendimiento de la plantilla.

El encargado de hacer encajar los engranajes, Natxo González, no está preocupado con el trabajo grupal y así lo ha reiterado más de una vez. Tan cierto es que el equipo no ha cosechado los resultados deseables en pretemporada como que conjuntar una plantilla con solo cinco jugadores que siguen del año anterior requiere tiempo, paciencia y trabajo. Ayer, Javi Ros, voz autorizada dentro del vestuario por su presumible posición de segundo capitán, restó importancia a los marcadores y recalcó que están preparados para pelear por el triunfo en Tenerife.

«Preocupación, ninguna. El trabajo ha sido bueno a pesar de los resultados, que creo que es lo menos importante en una pretemporada. Tenemos mucho margen de mejora en lo individual y en lo colectivo y tenemos confianza en ir a Tenerife y competir el partido», explicó el tudelano.

Natxo González poco se distanció tras la derrota contra el Eibar de lo dicho por Ros: «No me voy preocupado, hemos hecho cosas buenas y malas, pero enfrente teníamos al Eibar». «Al final pongo en la balanza todo, lo positivo también. Tengo mucho más en lo positivo que en lo negativo. Esto es un juego de errores. Estamos en pretemporada y en Tenerife, y después, no seguiremos cometiendo errores tan importantes», añadió. Además, otro síntoma que delata que no está preocupado es que sabe «el potencial que tienen estos chicos y que van a ir creciendo, porque les veo el día a día».

La vara de medir, numéricamente hablando, está en los nueve goles recibidos. Las sensaciones, lo que los jugadores sienten dentro del campo, son mejores. «A pesar de haber encajado goles en esta pretemporada, el trabajo defensivo que el míster pide ha sido muy bueno en muchos tramos de los partidos. Es verdad que quizá los errores individuales han sido los que nos han condenado, pero espero que nos hayan servido para mejorarlos y que no surjan en Liga», afirmó el centrocampista blanquillo.

La nota global, a pesar de todo, «es alta», porque «al ser todo prácticamente nuevo es un poco más complicado». «Estamos contentos con el trabajo que se ha hecho. Hubiéramos querido que los resultados en los partidos hubieran sido otros porque las sensaciones hubieran sido algo mejores», recalcó.

PAREJAS DE BAILE

A lo largo de la pretemporada, Ros ha tenido varios compañeros en la medular. De sus parejas de baile principales, Zapater y Eguaras, el de Tudela resaltó que se encuentra «muy cómodo con todos». «Con Zapater ya venía jugando desde la temporada pasada y nos entendemos muy bien y con Íñigo, con el que no había jugado nunca, me encuentro muy cómodo. Será el míster al que le tocará decidir el viernes a quien poner», confesó el centrocampista.

Por último, sobre las numerosas caras nuevas que presenta el Real Zaragoza, «que son muchas y muy acertadas», Ros ha quedado prendado de Borja Iglesias: «Estoy disfrutando mucho tanto entrenando como en los partidos. Ha sido una grata sorpresa», destacó. Con dudas pero sin preocupación, el domingo llega la acción.