Ganar si o sí. No hay elección. La derrota no es una alternativa imaginable hoy (18.00, Antena Aragón) para un CAI Zaragoza que debe borrar el recuerdo amargo del primer partido de la serie y salir a por todas para no dejar la eliminatoria en bandeja de plata al Plasencia. Caer será como firmar una pena de muerte anticipada, resquebrajar de forma precipitada el sueño del ascenso y dejar toda su suerte a una remontada intachable, complicada con tres partidos por delante, donde el mínimo descuido ya no tendría cabida. Cuando termine el partido habrá dos situaciones posibles. O el Plasencia gana 2-0 y coloca al CAI al borde de la quilla del fracaso o los aragoneses empatan a 1 y se colocan en el carril correcto hacia la ACB ganando sus dos encuentros en el Príncipe Felipe.

Alfred Julbe quiere contradecirse. "El primer partido acostumbra a ser decisivo", dijo el catalán en la víspera de la derrota de su equipo en la apertura de la serie. Que la teoría no se cumpla pasa por enderezar el rumbo hoy, robar al Plasencia la baza del factor cancha y convertir lo que hoy será un enorme perjuicio (un ambiente infernal avivado por Dani García) en una virtud propia bajo el calor del Príncipe Felipe con dos partidos por delante.

MARCAJE ARBITRAL En el ojo del huracán estarán los señores Pagán y Garmendia. En el CAI esperan que no apliquen la misma vara de medir que esgrimieron sin tapujos el viernes Bardají y Uruñuela, esa que concede inmunidad a los defensores extremeños y es implacable cuando los culpables visten de rojo. Que no se repita el desfase arbitral, que lapidó a faltas al CAI Zaragoza y otorgó una clara ventaja al Plasencia en el primer encuentro, es un factor que el conjunto aragonés no tiene en su mano y que la presión ambiental de La Bombonera de Plasencia no ayudará a apaciguar.

Y es que el CAI saldrá hoy a jugarse el tipo en un verdadero infierno , a un campo de batalla enrarecido y minado por las palabras punzantes de Dani García. Pero, esto es el playoff y las consecuencias que hay que pagar por no haber hecho los deberes a tiempo en la fase regular. Aquí todo vale para que tu equipo siga adelante y en Plasencia se van a romper la garganta para que el sueño de la ACB no se les escape de los dedos.

Los jugadores del CAI deben estar preparados para aguantar un chaparrón de decibelios y diluir el miedo escénico con su teórica mayor calidad y sus mayores recursos, como se contempló en la gran parte del encuentro inaugural. Uno de los factores en los que se pueden apoyar es ese, su amplitud de efectivos. La cercanía del encuentro anterior y el importante desgaste físico que utilizaron los dos equipos han podido dejar más tocado a un Plasencia que cuenta con una base de cinco jugadores y que se ve disminuido con las rotaciones, como se contempló en la final de la Copa del Príncipe en el Príncipe Felipe.

TAPAR A GIANELLA Como quedó demostrado en la prórroga, el Plasencia depende en gran medida de la inspiración de Gianella. Tapar al base argentino tiene que ser una prioridad en los planteamientos de Alfred Julbe, casi igual de vital como que Otis Hill y Rocky Walls aparezcan en su mejor versión. Pero ante todo, el CAI debe demostrar que es un equipo capaz de superar este tipo de situaciones límite, para eso fue creado. Si no, con el 2-0, el fracaso estará demasiado cerca.