La asamblea de socios del Club Deportivo Ebro decidió anoche de manera unánime la conversión de la entidad en Sociedad Anónima Deportiva. Acudieron 36 de los 52 socios que tiene el club y 35 votaron que sí, absteniéndose los otros cinco. Así que el Ebro comenzará ahora un proceso de cambio con la intención de comenzar la próxima temporada convertido ya en un club profesional. Una metamorfosis que afectará solo al primer equipo. La cantera se quedará como está y en El Carmen.

Porque el otro cambio que prepara el Ebro es buscar un nuevo terreno de juego, más amplio y que le permita desplegar su juego con garantías para conseguir mejores resultados. El terreno de La Almozara es de unas dimensiones muy reducidas y eso ha perjudicado al equipo esta campaña, tal y como lo entiende el club, ya que ha conseguido más puntos fuera que en casa. De momento el Ebro baraja jugar el próximo curso en el Pedro Sancho, de mayores dimensiones, aunque estudia también otras opciones que incluyen un campo nuevo en los próximos años.

Eso sí, sin olvidarse de los orígenes. «La intención es volver al barrio en dos o tres años», señala Jesús Navarro, presidente. El Ebro busca así tomar un impulso que le permita crecer al entender que en las condiciones actuales se ha quedado estancado. Con la profesionalización del primer equipo y un nuevo terreno de juego el Ebro quiere jugar el playoff de ascenso a Segunda. Lo primero es iniciar los trámites para la conversión del club en Sociedad Anónima. La ley señala al respecto que para los clubs de fútbol el capital mínimo a desembolsar es de 2.241.251,61 euros. Un paso que el Ebro entiende inevitable porque la próxima temporada, por ejemplo, los clubs de Segunda B tendrán obligación de que todas las fichas de la plantilla sean profesionales.