Santiago Solari se ha especializado en pasar de puntillas por las ruedas de prensa, incluso por las que aglutinan mucha atención mediática, como la de ayer. «El calendario es, cuanto menos, curioso», dijo sobre la designación de partidos del Madrid, que le provee de un día menos de descanso que el rival para la ida y para la vuelta de semifinales de Copa ante el Barça. «¿Es deliberado?», le cuestionaron después: «Esperemos que no», dijo para terminar.

Más allá de la sibilina queja sobre el calendario, no hubo más que tópicos en el discurso de Solari, desde el «no hay indiscutibles en el fútbol, algunos tienen más experiencia, otros más juventud. Todos los jugadores aportan. Algunos unas cosas y otros, otras. Unos más ofensivos y otros más defensivos», para solventar la duda entre Vinicius y Bale, hasta el «siempre es bueno que los mejores jueguen en todos los partidos», para comentar la posible, pero improbable, baja de Messi.

Por el camino, abusó de un clásico del ideario: «Para el que compite, la hora de la verdad es cada partido, desde que arranca el año hasta que termina», para quitar hierro a un mes en el que, sin el sustento de una clasificación solvente en Liga, el Real Madrid se juega la temporada, empezando por el caramelo envenado que es el Barcelona en la Copa del Rey, donde tiene difícil entrar en la lista definitiva Isco.