El Real Zaragoza solo intentará incorporar algún refuerzo más en el mercado invernal (se cierra el 31 de enero) si consigue dar salida a alguno de los jugadores que no entran en sus planes. De ese modo se ahorraría una ficha y podría utilizar ese dinero en realizar alguna contratación. Esa salida no debería producirse a través de un despido, porque en ese caso el club aragonés debería indemnizar al futbolista que se vea obligado a abandonar la disciplina zaragocista. Como candidatos para una posible salida siguen estando José María Movilla, todavía pendiente de la resolución del expediente contradictorio que se le ha incoado, Javier Paredes y José Mari. Paredes ya ha comunicado al Zaragoza que no quiere irse.

Hasta ahora, el Real Zaragoza ha fichado en el mercado invernal a César Arzo, que llegó con la carta de libertad procedente del Gent. Arzo ha disputado ya los tres partidos de Liga que se han jugado en enero y lo ha hecho con un buen rendimiento en el centro de la defensa. Si al final se encuentra en condiciones de incorporar algún refuerzo más, el Zaragoza intentaría hacerse con los servicios de un delantero centro alto y con poderío físico. Es decir, con unas cualidades diferentes a las de Roger Martí y Ángelo Henríquez.

HERRERA NO PIDE MÁS Paco Herrera, no obstante, insistió el pasado domingo, tras el partido disputado contra el Hércules, que él se daba por satisfecho con la llegada de César Arzo, puesto que solo había demandado al club la incorporación de un central en el mercado invernal. Herrera ya había solicitado en verano el fichaje de un jugador para reforzar ese puesto, pero entonces no pudo ver cumplido su deseo. El técnico zaragocista, pese a todo, también reconoció que contar con un delantero alto y fuerte tampoco le vendría mal si el club se encuentra en condiciones de acometer su contratación. Paco Herrera ha recuperado a varios lesionados en este inicio de año y eso lo ha notado el equipo positivamente.