El hombre se resistía. No en vano iba vestido de Hugo Boss, zapatos de marca y maletín Louis Vuitton, que depositó suavemente sobre el suelo de la puerta 35 de El Prat, desde donde salía ayer el KLM-1666 rumbo a Amsterdam.

Frente a él, vestido totalmente de Nike, totalmente veraniego, totalmente playero, con chanclas de lujo, bermudas y camiseta rockera, acababa de sentarse, casi de extenderse, el que, seguro, era el ídolo de su hijo. Pau Gasol, el líder de los Grizzlies de Memphis, el muchacho de Sant Boi llamado a ser uno de los grandes, si no lo es ya, de la NBA, acababa de conectar sus walkman , extendiendo sus interminables brazos sobre el largo respaldo del banco y bostezaba discreto.

El hombre se resistía, pero cada segundo que pasaba perdía la oportunidad de pedir el autógrafo que, seguro, convertiría a su hijo en el muchacho más envidiado. Así que extrajo su Montblanc del bolsillo de su deportiva americana y pidió uno de los garabatos más valiosos de la NBA. Y Gasol, claro, se lo dio encantado. Tanto temor, tanta duda, para recibir, no sólo la firma, sino una sonrisa de oreja a oreja.

El desmentido

No hubo más. Nadie volvió a molestar a Gasol en el vuelo Barcelona-Amsterdam. Y, cuando se le preguntó, Gasol no tardó ni dos segundos en desmentir que regresase a Tennessee para hablar de su posible muda a Los Angeles, a los Lakers, el equipo con más glamour de la NBA. Según parece, Jerry West, el presidente ejecutivo de los Grizzlies, le ha citado para hablar de su futuro, es decir, de la renovación más allá del próximo año que tiene firmado.

"Cada verano hay rumores. Soy feliz en Memphis, estamos construyendo un gran equipo. Los jugadores somos ajenos a este tipo de noticias porque, lamentablemente, somos pura mercancía. Además me queda un año de contrato y estoy en la salsa, así que, todo es posible, sí, incluso que me cambien, junto a otros compañeros, por O´Neal y nos vayamos a LA" .

Gasol, que se pasó el vuelo dormitando en el asiento 2C de preferente, que cambió por el 2D, donde la pared le impedía extender su inmenso cuerpazo, hablaba cansinamente con sinceridad. Gentil, pero fatigado, sin duda pensando en el largo viaje que le esperaba hasta la que es su residencia desde hace tres años.

Pau, que el día 6 cumplirá 24 años, ganará la próxima temporada 4,3 millones de dólares. A esa edad y con ese contrato puede ser un bocado apetecible para cualquiera, aunque él quiere quedarse en Memphis.

Pensando en los Juegos

Gasol, que estos días se preparaba "y duro" con su entrenador personal en espera de concentrarse con España a partir del 11 de julio, prefiere no darle demasiadas vueltas a la cuestión, aunque teme que, si es cierto que Shaq quiere abandonar Los Angeles, la movida puede ser cierta. No hay que olvidar que Jerry West es quien convenció a O´Neal de que dejase Orlando y fichase por Los Lakers. Ahora bien, todos los equipos de la NBA andan ojo avizor desde que el gigante anunció que no quería seguir en Los Angeles en el mismo vestuario que Kobe Bryant, y más desde la marcha del técnico Phil Jackson tras perder la final con Detroit.