Alberto Soro protagonizó ayer la mala noticia del entrenamiento, que tuvo que abandonar antes de su conclusión como consecuencia de un golpe sufrido en un tobillo. El canterano, dolorido, se retiró cojeando a los vestuarios y hoy está previsto que se le realicen pruebas que determinen el alcance exacto de la lesión y si puede estar presente en el encuentro de mañana ante el Oviedo.

En este caso, el poco tiempo restante hasta la disputa del partido juega en contra del Zaragoza, aunque, de momento, nadie descarta a Soro. Su ausencia mañana sería un serio contratiempo para Víctor Fernández, que elogió el pasado sábado el gran partido del ejeano, el mejor del Zaragoza ante el Rayo Majadahonda, al que marcó su segundo gol de la temporada.

Si Soro aguanta y su tobillo lo permite, volverá a ser titular frente al Oviedo. Lo haría en la parte derecha del ataque zaragocista, la misma parcela en la que actuó en tierras madrileñas. Sería su segunda aparición en la formación inicial en casa, después de ser titular ante el Tenerife (1-1) en el último partido de Imanol Idiákez.

Si, por contra, el canterano no puede jugar, Víctor deberá recomponer una alineación de la que, previsiblemente, se caerá Marc Gual. El delantero catalán, que solo ha marcado dos tantos en lo que va de temporada, quedaría abocado a la suplencia y todo apunta a que sería Álvaro Vázquez la referencia ofensiva de los aragoneses.

De este modo, el técnico variaría la línea ofensiva de un Zaragoza que formará en 4-2-3-1 o 4-1-4-1, sin cambios previstos ni en la portería - Cristian es indiscutible- ni en defensa, donde jugarán, si no hay sorpresa, Benito, Álex Muñoz, Guitián y Lasure. Eguaras es fijo en la medular, pero falta por saber si jugará solo o en pareja. En este último caso, James o Guti serán su acompañante. Ambos tienen plaza segura en un once que completarían Soro en la derecha, Pombo en la mediapunta y Álvaro como delantero de referencia.