Los San Antonio Spurs volverán a jugar la final de la NBA por segundo año consecutivo para encontrarse, de nuevo, con los Miami Heat, los actuales campeones. Será la sexta final desde que Gregg Popovich es el entrenador.

El equipo texano ha hecho valer su experiencia para imponerse en la cancha de los Oklahoma City Thunder por 107-112 y firmar el definitivo 4-2 en la final del Oeste, en un partido apasionante que ha necesitado la prórroga para su resolución.

El pívot francés Boris Diaw ha sido el máximo anotador de los texanos con 24 tantos, aunque ha sido el alero argentino Manu Ginóbili (15 puntos, 5 asistencias) el héroe del equipo de Popovich al anotar un triple a 28 segundos del final que ha permitido a los Spurs ir a la prórroga, en la que Duncan se ha mostrado imparable (19 puntos, 15 rebotes).

Los Spurs, que también han contado con 17 puntos y 11 rebotes de Kawhi Leonard, han disputado la segunda parte sin el base Tony Parker, que se ha resentido de un esguince de tobillo izquierdo.

Los Thunder han hecho lo más difícil, para dejar escapar la opción de forzar el séptimo encuentro y de pelear por el anillo tras remontar 12 puntos en el último cuarto.

Russell Westbrook, con 34 puntos, ocho asistencias y siete rebotes y Kevin Durant, con 31 tantos y 14 rebotes, han vuelto a ser los mejores en el equipo de Scott Brooks, aunque entre ambos han acumulado 14 pérdidas. El pívot de la selección española Serge Ibaka ha acabado con 16 puntos, 5 rebotes, 4 tapones para los Thunder.