El 21 presidente en los 110 años de historia del Inter es chino, se llama Steven Zhang y solo tiene 26 años. "Estoy muy orgulloso de poder guiar a este club hacia una nueva era", dijo este viernes el jovencísimo empresario a través de un comunicado para iniciar su andadura al frente del club milanés, cuya afición espera que acabe con la sequía de títulos del último lustro, desde que el magnate indonesio Erick Thohir le compró la entidad a Massimo Moratti. Si aquella venta suposo un 'shock' para los 'nerazzurri', el actual trasvase de poder es casi esperanzador.

Steven Zhang es hijo de Zhang Jindong, el dueño del grupo comercial Suning, que desde el 2016 tiene el control accionarial del Inter. En estos dos años, Zhang ha formado parte de la junta directiva y en la práctica ha sido el responsable de la gestion diaria de la entidad. "Desde cuestiones de márketing hasta la posición de las máquinas de café", aseguraba ayer 'La Repubblica'.

"Seguiremos concentrando nuestros esfuerzos en lograr resultados deportivos, asegurándonos de que el equipo tiene lo necesario para competir y tener éxito al más alto nivel", dijo el nuevo presidente. El listón no está muy alto. Desde que ganó la Serie A en el 2011, el Inter no ha vuelto a acabar entre los tres primeros. El curso pasado puso fin in extremis a una racha de seis años sin meterse en la Champions. Pese a la derrota en el Camp Nou del miércoles, con Zhang en el palco, tiene a tiro los octavos.

La asignatura pendiente de Zhang es el italiano. De momento el joven empresario no se atreve con la lengua de Dante (y de Materazzi) ni en su vídeo de presentación, digno de un lanzamiento de Netflix y titulado 'Steven is here' (Steven está aquí), en el que acaba diciendo: "Estoy listo, y tú?".