Desde hoy dejará de sentirse como un proscrito, entrenándose a escondidas. Sin recibir del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) el perdón que esperaba a su condena, Luis Suárez recibió una pequeña dispensa. Podrá levantar la cabeza y entrar por la puerta principal de Sant Joan Despí para entrenarse. Volverá a sentirse futbolista y se creerá que es futbolista del Barça porque lucirá la camiseta rosa de los entrenamientos. Nada más. Seguirá sin poder jugar en competición oficial hasta el próximo mes de octubre.

El TAS decidió mantener la base de la sanción que impuso el Comité de Disciplina de la FIFA a Suárez en el Mundial por dar un mordisco a Giogio Chiellini durante el Italia-Uruguay: no rebaja nada los 9 partidos de suspensión con la selección celeste (le quedan ocho) ni la prohibición de jugar partidos hasta el 25 de octubre. Ni tampoco reduce ni un céntimo los más de 82.000 euros (son 100.000 francos suizos) de multa.

ESCASO CONSUELO En un triste y escaso consuelo, Suárez podrá vestir la camiseta azulgrana, por fin, después de que se frustrara su presentación el pasado mes de julio. Tras la resolución del TAS, que eliminaba la prohibición de "toda actividad futbolística" que le había impuesto la FIFA, el Barça anunció que Suárez se incorporaba inmediatamente a las órdenes de Luis Enrique en la doble sesión programada para hoy. Y el lunes se procederá a su presentación.

El goleador uruguayo será un aliciente que puede alimentar la pobre expectación que había despertado la disputa del trofeo Joan Gamper. La venta de entradas no auguraba precisamente un éxito por el inexistente tirón que genera la participación del León, el rival del Barça.

JUGAR AMISTOSOS El TAS entiende que esa extensión del castigo a la parcela puramente laboral "tendría un impacto en su actividad tras el fin de la suspensión", porque, en su literalidad, se prohibía al jugador entrenarse. Lo ha hecho en secreto con un preparador físico bajo control del Barça. Suárez podrá jugar el lunes si Luis Enrique así lo decide.

La pequeña satisfacción de la sentencia reside en que la prohibición se limita ahora a jugar partidos oficiales. Por esa razón estará habilitado para comparecer en el Torneo Joan Gamper, el único amistoso programado por el Barça antes de que empiece la Liga. Y de que concluya la sanción, cuyo final causa mucha controversia. La Comisión de Disciplina indicó que el castigo entraba en vigor cuando se comunicara, que fue el 26 de junio. El TAS fijaba ayer su inicio el 25 de junio.