Lograr que juegue en la LEB un americano que ha hecho 17 puntos y seis rebotes en la ACB con el Fuenlabrada, que ha sido subcampeón de Liga con el Caja San Fernando y que ha cobrado en su última campaña una cifra superior a los 225.000 dólares, es una empresa complicada, de enorme dificultad, pero que el CAI está tratando de llevar a la práctica y convertirla en una agradable realidad.

El club está decidido a hacer un esfuerzo económico enorme por contratar a Richard Scott, el americano al que Oscar Quintana sueña con convencer para que siga sus pasos y le acompañe en su nueva aventura aragonesa. Las claves de la negociación están ya sobre la mesa. El americano, cuya llegada dependerá de la capacidad de seducción personal de Quintana, exige dos años de contrato y el CAI está dispuesto a dárselos para que sea el americano con más caché de la LEB, con una ficha incluso superior a los 160.000 dólares, eso sí, sensiblemente inferior a la de Fuenlabrada.

Scott, que tiene 32 años, mide sólo 1,98 metros, pero su fortaleza bajo el aro y la calidad de su juego lo hacen temible. Parece más alto de lo que es. Después de la contratación de José Luis Galilea, el fichaje de Richard Scott es el siguiente reto, el más ambicioso de todos. Si el CAI consigue convencerle, dará un golpe de gran envergadura en la categoría y completará el primer esqueleto de una plantilla de jugadores sobresalientes, a la que sólo le restarán un cuarto alero (el deseado es Txemi Urtasun), y dos pívots suplentes. Si firma Scott, la contratación de José Ramón Esmorís será más difícil por su alta ficha.