Con un oro en un Mundial de kata por equipos, la zaragozana Yaiza Martín Abello se enfrentará, por tercer año, a un campeonato de estas características en Bremen, Alemania, entre el 5 y 9 de noviembre. Desde el mes de agosto ha intensificado los entrenamientos para ser la número uno. "Estoy a punto de enfrentarme a uno de mis sueños y no quiero perder la oportunidad", dice la deportista, que se inició en el kárate con solo seis años.

"Los entrenamientos de estos últimos meses, sobre todo desde agosto, han sido más duros que nunca. Además, he participado en más competiciones internacionales que nunca", comenta la deportista, que el mes pasado quedó la primera en Estrasburgo frente a noventa competidoras.

Pese a que la karateca considera que está "mejor preparada que nunca", los nervios no le abandonan desde hace semanas. "Estoy muy agobiada y nerviosa porque estos campeonatos son cada dos años y siempre quieres hacerlo lo mejor posible. Aunque sé que hay muchos factores que debo tener en cuenta como el sorteo. Depende del rival que me toque, tendré más o menos opciones de pasar a la final", manifiesta Martín, que teme enfrentarse a las japonesas porque en el Mundial del 2012 perdió contra ellas y solo pudo llevarse el bronce.

"En esta competición espero llevarme un medalla a casa", explica Yaiza, que desde el 2005 está reconocida como deportista de elite. "Aunque lo considero muy complicado porque hay muchísimo nivel este año, iré a por el oro. Es mi gran sueño", añade la deportista.

UNA FORMA DE VIDA

La zaragozana atesora gran cantidad de triunfos. En los campeonatos europeos senior consiguió once oros, tres platas y cuatro bronces compitiendo en modalidad de katas individual y por equipos. Entre sus triunfos también destacan los dos oros del Open Italia en el 2010 y en el 2011. Sobre el medallero en Nacionales, resaltan los 25 oros, siete platas y cuatro bronces. Además, recibió la medalla al Mérito Deportivo por el Comité Olímpico Español (COE) y fue nombrada la mejor deportista aragonesa con el premio César Augusta.

El kárate le ha obligado a dejar de lado muchas cosas, entre ellas a su familia, pero no le ha supuesto mucho esfuerzo porque le gusta demasiado lo que hace. "Mi familia ya está acostumbrada a que viaje constantemente", explica. "Al fin y al cabo, este deporte se ha convertido en mi forma de vida", explica. Por eso, actualmente, vive por y para el kárate. "Además de competir, doy clases a niños en el gimnasio Shuriyama", concluye la integrante de la selección nacional absoluta de katas desde el año 2008.