Una de las irregularidades más irregulares del CAI Zaragoza es el rebote, aspecto en el que ha dominado y ha sido dominado prácticamente con la misma facilidad según los partidos. En el último, en Sevilla, fue una batalla perdida. Ambos equipos tienen una media global de 33 capturas por partido, pero el CAI se quedó en 27 mientras su rival se fue hasta las 44. Especialmente sangrante fue la diferencia en el rebote ofensivo, 6-13, mientras que en el defensivo, el Sevilla sumó 31, nueve más que su promedio en la Liga. Esa disparidad se traduce en que el Sevilla tuvo más oportunidades para corregir sus errores en el lanzamiento, al contrario que el CAI.

Es además, uno de los aspectos en los que el equipo trabaja desde el inicio de la temporada. Jugadores y técnicos coinciden en señalar que la mejora del rebote y la reducción de pérdidas de balón son dos de los aspectos que el CAI debe corregir en busca de una mejora inmediata en sus prestaciones. "Podemos mejorar todo, pero creo que lo que más necesitamos mejorar es el rebote. Especialmente en defensa. Algunos partidos lo hemos hecho bien, otros como el último hubo una gran diferencia, 44-27, creo que estamos capacitados para rebotear mejor y espero que en Alemania lo hagamos mejor", señaló ayer Stevan Jelovac, precisamente el máximo reboteador del equipor con 7,2 capturas de media por encuentro y el sexto de la Liga Endesa, aunque empatado con Sekulic (Tenerife) con 39 capturas como máximo reboteador defensivo, si bien el jugador del Iberostar lo ha hecho en un partido menos.

TRABAJO Y ACTITUD

El equipo intenta buscar explicaciones. "Puede haber a veces un componente táctico, según como plantees la situación, hablo por ejemplo de cambios en determinados momentos, y otros es verdad que es mucho uno contra uno, decir 'no me lo cogen y no me lo cogen'. Hay rebotes que son tácticos y otros que son de querer", apunta el entrenador, Joaquín Ruiz Lorente, para quien esta irregularidad que presenta el equipo no es más que el proceso lógico de adaptación de un equipo nuevo en el inicio de una temporada.

Otra de las razones puede encontrarse en la propia configuración de la plantilla. El CAI Zaragoza cuenta con jugadores interiores de talento pero no brillantes en defensa. Ni siquiera Rasko Katic, un jugador duro, contundente, destaca en el rebote. Tampoco lo hace Norel, Fontet apenas tiene minutos y el resto aparece de manera irregular, a excepción de Jelovac, que tampoco tiene las condiciones de un reboteador nato. Además, cuando el equipo juega sin un cinco puro en busca de un juego más rápido, los jugadores suelen estar más lejos del aro. Se han dado situaciones realmente extrañas. En el partido ante el Murcia, el máximo reboteador del CAI fue el base, Pedro Llompart, que se fue hasta las 11 capturas, cifra inédita en su carrera y sorprendente para su posición. En el rebote, como en todo lo demás, el CAI Zaragoza sigue buscando el equilibrio.