El Barcelona firmó el primer triunfo en la liguilla al vencer a un resultón Apoel chipriota (1-0), que impidió desplegar el juego con el que el equipo de Luis Enrique ha vuelto a recuperar las sensaciones, y que tuvo una ocasión de oro en el tiempo de añadido para empatar, acción en la que Ter Stegen estuvo prodigioso. Un solitario gol de Piqué en el primer tiempo acabó dando el triunfo a un pobre Barcelona, flojo en ideas y escaso en producción defensiva, con una segunda parte para el olvido.

También fue flojo el primer tiempo de un Barcelona que se vio sorprendido por un Apoel que apostó su suerte a un 4-4-2 muy compacto con todo invertido en De Vincenti y Sheridan para la aventura para cazar alguna cosa delante. Al equipo de Luis Enrique le costó mucho elaborar jugadas claras. El Barcelona estaba sufriendo, sobre todo porque no había un balón ni una jugada que hiciese daño al equipo chipriota, que se sentía cómodo, hasta que en una clara falta a Alves, Messi colgó al área y Piqué remató a gol de cabeza (1-0).

El Barcelona pudo ampliar la ventaja a poco de concluir el primer acto, en un contragolpe con pase de Messi a Neymar, que acabó en disparó del argentino que Pardo desvió. En el segundo tiempo, el tercer equipo chipriota que ha visitado en Camp Nou, tras el AEK Larnaca y el Apollon Limassol, cuajó en partido aún más completo. Además tuvo una ocasión inmejorable ante la meta de Ter Stegen, en la que Bartra puso el cuerpo para evitar que el balón encarase los tres palos.

El Barça no tuvo plan B. Sus imprecisiones y falta de profundidad por las bandas eran importantes. Una contra del Apoel a punto estuvo de saltar la banca en el minuto 77, pero al final el Barcelona sumó la victoria y un nuevo encuentro sin encajar gol y ya van cuatro oficiales.