Suzuka tiene el encanto de los circuitos antiguos, pero exige más agilidad con las decisiones de los comisarios que los circuitos modernos, mucho más seguros, con grandes escapatorias reforzadas por grava o zonas de asfalto abrasivo. La pista, muy estrecha, acaba directamente en césped en la mayoría del trazado. En condiciones de lluvia, una grúa jamás debiera ocupar la escasa escapatoria en curvas como la de Dunlop. Además del estado crítico de Bianchi, un comisario resultó herido en la salida del francés.

No es la primera vez que la F-1 moderna asume demasiados riesgos al intentar rescatar coches con tractores-grúa dentro de la escapatoria, riesgos que aumentan con lluvia, como en Brasil-2003, tras una fortísima salida de Fernando Alonso para evitar los restos del Minardi de Mark Webber, que se había salido antes. O en Nurburgring 2007, cuando varios coches estuvieron a punto de colisionar contra la grúa que devolvía a la pista a Lewis Hamilton en una maniobra incomprensible.