Cuentan que Davide Brivio, exmánager de Valentino Rossi y responsable del nuevo equipo Suzuki de MotoGP, quería presentarlo a lo grande, la próxima semana, en el circuito de Motegi, propiedad de Honda, donde se celebrará el Gran Premio de Japón. Y cuentan que sus patronos de Hamamatsu, la localidad donde se encuentra ubicada la fábrica japonesa, querían hacerlo en el Salón de Colonia. Y, claro, terminaron imponiéndose los dueños, que ayer anunciaron su regreso a la máxima categoría aunque lo hicieron casi a escondidas, sin foto oficial y sin pilotos.

La composición del equipo era un clamor en el paddock del Mundial. Tanto Aleix Espargaró (Granollers, 1989) como Maverick Viñales (Figueres, 1995) ya no sabían cómo responder a las preguntas que les vinculaban al proyecto azul de Suzuki. "Por fin puedo decir que he cumplido otro sueño: ser piloto oficial de MotoGP", dijo ayer Viñales. "Es uno de los días más felices de mi vida", remarcó el mayor de los hermanos Espargaró.

La moto, denominada GSX-RR, hace dos años que rueda por los circuitos en manos de Randy de Puniet, que la hará debutar en Cheste, en el último gran premio del año al ser uno de los pilotos invitados. "Lo empezamos a tener ya todo un poco más controlado --señaló recientemente Satorn Terada, jefe del proyecto MotoGP--, y estamos muy contentos de haber retrasado un año nuestro regreso a la categoría reina, pues necesitábamos trabajar sobre la nueva electrónica de nuestra moto". El regreso de Suzuki a la parrilla de MotoGP era más que necesario y la firma azul regresará el mismo año que Aprilia, lo que significará que solo faltará Kawasaki, campeona de Superbikes y que, de momento, visto que ha renovado a su campeón, el inglés Rom Sykes hasta el 2016, es más que presumible que no vuelva hasta el 2017.

Momentos míticos

Suzuki también representa un nombre mítico en la categoría reina. Por ejemplo, con su vinculación eterna a uno de los grandes mitos de este deporte, el 7, el carismático Barry Sheene, doble campeón del mundo en 1976 y 1977. O la curiosidad que supone que Kenny Roberts Jr., hijo del mítico Marciano de Yamaha, conquistase el título con Suzuki, en el 2000, gracias a que fue el año que más llovió: se corrieron sobre mojado la mitad más uno de los grandes premios. Y, como colofón de los recuerdos, no hay que olvidar que Suzuki convirtió la foto de la celebración del título de Kevin Schwantz, en 1993, luciendo de pie sobre su moto el mono de Pepsi Cola, en una de las 25 imágenes más vistas de la historia de la publicidad.