El invierno llegó a Burgos y lo hizo sin avisar. En la ciudad que recuerda al Cid en cada rincón llueve intensamente olvidándose que allí descansa la Vuelta y los ciclistas, los que como Tadej Pogacar no pueden salir a entrenar, calientan las piernas -las suyas son pata negra- en los rodillos, los aparatos que convierten en estáticas a las bicis de competición. Pogacar, 20 años, la bomba de la ronda española, el tercero de la general, el que amenaza a Valverde y hasta a su compatriota Roglic, firma un autógrafo a unos chavales cicloturistas burgaleses que lo esperan en la recepción de su hotel.

Seguramente si alguien sale a preguntar al semáforo por Pogacar en cualquier ciudad española y su interlocutor dista de ser un culto aficionado al ciclismo el nombre sonará extraño. Pero a buen seguro que dentro de unos pocos años no será así porque este chico esloveno, rubio, tímido, delgadito, el que si fuera delantero de fútbol sería presa fácil de cualquier defensa, va para figura enorme de este deporte. Nadie a su edad, hasta ahora, había luchado por el podio o por la victoria en una ronda de tres semanas, sea la Vuelta, el Giro o el Tour donde debutará el año que viene para enfrentarse a Egan Bernal que es 20 meses mayor. "La intención era que en el 2019 solo disputase carreras de un día y alguna de una semana y que el próximo corriera la Vuelta, al siguiente fuese al Tour a conocerlo para plantearnos en tres años algo en Francia. Pero todo se ha adelantado de forma exagerada", cuenta Joxean Fernández, a quienes todos conocen como Matxin, su director en el conjunto del Emirates.

A Pogacar lo descubrió precisamente Matxin cuando era ojeador de talentos del futuro para elQuick Step. Él fue el que se fijó también con otro pata negra de 19 años, el vencedor de la Clásica de San Sebastián, el belga Remco Evenepoel y también con el mallorquín Enric Mas. Pogacar, Bernal, Evenepoel, Mas... son los abanderados del ciclismo que llama a la puerta; jóvenes rebeldes que no se arrugan, como es el caso de Pogacar, ante todo un Valverde, caso aparte, y 19 años mayor.

"Jamas había visto a nadie que tenga un poder de recuperación tan impresionante como Tadej. Es un fenómeno", asegura Matxin que ya lleva unos cuantos años en este deporte. "Es, además, obediente. Enla etapa de Andorra, por ejemplo, le marque en el GPS de la bici los puntos donde tenía que empezar a tomar posiciones y luego atacar. Y logró la etapa". Fue la primera de las dos victorias que ha conseguido hasta ahora en la Vuelta en un año en el que debutó como profesional. Primera carrera, Vuelta al Algarve, y victoria para llevarse también el Tour de California después de ganar el Tour del Porvenir en el 2018.

"Puede ganar la Vuelta", se le pregunta a Matxin. "Yo solo digo que tiene un gran poder de recuperación". Y deja la caja abierta. Hoy se reanuda la prueba para llegar a Guadalajara.

Todas las clasificaciones de la carrera que ha descansado este martes en Burgos y alrededores en la página oficial de la Vuelta.