Brasil goleó ayer (4-1) a Camerún en un partido más duro de lo esperado y que resolvió gracias al talento de Neymar, que anotó dos veces y llevó a su equipo hasta los octavos de final del Mundial, en los que se verá con un ambicioso Chile. Era su centésimo partido en Mundiales, urgía la victoria y Brasil comenzó a toda velocidad, con unas primeros minutos de alto voltaje en los que llevó con peligro con Hulk, Fred, Neymar y Paulinho, aunque ninguno de ellos supo concretar. El equipo de Scolari bajó las revoluciones demasiado pronto y Camerún empató. Fue solo un espejismo.