Hay muchos deportistas que llegan a lo más alto gracias al trabajo, la humildad y la constancia. Pero hay algunos privilegiados que tocan el cielo gracias a su genética. Y la zaragozana Salma Paralluelo es uno de estos escasos mirlos blancos. Esta deportista cadete es el ejemplo más claro de talento puro. Ahora está entre las mejores de España con la selección española de fútbol sub-17 y el pasado fin de semana se llevó el oro de los 300 metros con récord de España incluido (39.27) y la plata en el triple en los Campeonatos de España sub-16 en pista cubierta.

Ricardo Jimeno, su entrenador hasta el año pasado, afirmaba con naturalidad. «¡Todo lo que consigue lo hace sin entrenar!». El técnico del Atletismo San José lo decía cuando el año pasado fue la dominadora nacional de la velocidad prolongada y de las vallas, batiendo la plusmarca nacional de los 300 vallas (43.07) y formando parte de un relevo largo de ensueño con Aragón junto a Teresa Santolaria, Nerea Santolaria y Mireya Arnedillo.

Este año Paralluelo cambió de club y entrenador. Se fue al Simply Scorpio y ahora la prepara el veterano Félix Laguna, que nunca ha visto nada parecido a lo de Salma. «Voy a cumplir los 30 años entrenando. He tenido más de 20 internacionales, 70 medallas de oro en los Nacionales y nunca había visto un talento como este. Paralluelo es algo más», confiesa.

Paralluelo es de padre zaragozano y madre guineana. Desde pequeñita reconoce que «siempre he sido muy movida. A los seis años empecé a practicar atletismo con una amiga. Recuerdo que lo primero en lo que competí es la Carrera de los Niños en el Parque José Antonio Labordeta», dice Paralluelo. Dos años más tarde conoció otro deporte. «Me puse a jugar a fútbol sala en el Intersala. A los nueve años me pasé al fútbol 11. Me hicieron unas pruebas, vieron que era buena y me apunté. Me venía mejor el grande porque tengo mucha velocidad», dice la atleta del Scorpio.

El pasado fin de semana mostró su clase en el Nacional sub-16 bajo techo. «Tenía ese objetivo desde el principio de la temporada. En esa pista de Sabadell me sentí muy cómoda desde el principio y en las semifinales salí fuerte y a por todas». Tras ganar el oro en los 300 empezó a competir en el triple. «Estaba muy cansada. Tuve la suerte que había 21 competidoras y comenzó con retraso». Su mejor salto fue el último con el que logró la plata. «Alcancé los 12,06. Pero el anterior era 30 centímetros más largo, pero me lo marcó el pelo. En el último me lo recogí en un moño».

Este también es su mejor año en el fútbol. Ahora milita en el Zaragoza CFF de territorial, el filial del equipo de la máxima categoría. «Soy lateral izquierdo. Regatear con velocidad me da mucha ventaja. Vamos primeras y hasta que no tenga 15 años no podré jugar en el Zaragoza CFF». Admiradora de Messi, este principio de año ha sido internacional en seis partidos con España sub-16 y sub-17. «Debuté con 14 años contra Escocia en Inglaterra. Después fui con la sub-17 en Israel. Ahora el objetivo es la fase final en Lituania en 9 al 21 de mayo. Si quedamos terceras podemos pasar al Mundial sub-17 en diciembre en Uruguay. En la selección juego de extremo como Neymar».

Paralluelo se tiene que organizar muy bien para llegar a todo. Estudia en el instituto Grande Covián. «Llego a casa y tengo que estudiar por la noche. Más o menos lo llevo bien. Este trimestre he faltado mucho a clase. Los profesores lo han entendido, pero tengo pendiente de aprobar Lengua y Biología. Dos días entreno fútbol y tres atletismo. Las sábados compito en atletismo y los domingos tengo el partido de fútbol», indica.

Mide 1,70 y es delgada. La preparación física le vale para los dos deportes. Aunque Laguna tuerce el gesto cuando piensa en las entradas y las patadas del fútbol. Salma pronto tendrá que decantarse por uno de los dos deportes. «De momento quiero disfrutar del fútbol y el atletismo. En bachillerato, que hay que estudiar más, me decantaré. Faltan dos años para esto. Pero sueño con batir récords mundiales en atletismo», concluye la zaragozana.