Parecía escrito en el guión de la Copa de Sevilla que el Tau fuera el campeón. Por el momento de forma en el que llegaba. Por el talento que reúne el equipo de Vitoria, por la presencia de auténticas estrellas como Nocioni, Macijauskas y Scola, que apuntan directamente hacia la NBA. Y, también, por su paso arrollador por la ciudad andaluza. Pero faltó muy poco para que el DKV Joventut, con un equipo muy joven, le estropeara la fiesta (81-77) de su cuarto título de Copa.

David estuvo a punto de noquear a Goliath. Por bien poco, el equipo verdinegro no tocó la gloria con la punta de los dedos --su último triunfo se remonta a 1997--. El cuadro de Aíto llegó a tener al equipo de Vitoria tocado durante el tercer cuarto (52-58 tras un triple de Digbeu), cuando los verdinegros jugaron los mejores minutos del encuentro y demostraron que vuelven a estar arriba, entre los grandes. Pero el triunfo viajó a Vitoria en un desenlace trabado, de nervios, que concentró toda la tensión que había ido generando la final.

Venció la lógica --el Tau es el líder absoluto de la ACB--, a la ilusión. A un minuto del final el cuadro de Ivanovic sufría (75-73), pero aguantó la intriga de los minutos finales con una frialdad de asesino. Dos triples de Nocioni y Macijauskas, con Scola sus puntales en ataque, resquebrajaron el sueño de una Penya renacida por la aparición de un muchaco prodigio llamado Rudy Fernández. A sus 18 años --es de la quinta de Rodrigo San Miguel-- el alero fue elegido por unanimidad, y camina con paso firme hacia el estrellato.

DESGASTE FISICO El signo del partido favorecía al Tau. Y la previsión se hizo real, pero para ello los de Ivanovic tuvieron que deshacer el entramado que le colocó en medio Aíto. El Joventut supo frenar el ritmo vertiginoso que impone el Tau, consiguió mantener el equilibrio entre el juego interior y exterior y redujo hasta lo asumible el daño que infligen Scola, Nocioni y Macijauskas.

Resultó una final de un tremendo desgaste físico, con los dos equipos decididos a preservarse de faltas en sus hombres importantes hasta el final, y aunque el Tau llevó casi siempre la iniciativa, lo hizo con la Penya pisándole los talones, sin hacerle ni una sola concesión. Los verdinegros supieron controlar a Macijauskas, especialmente cuando se encargó Rudy Fernández de su marcaje, y a los hombres exteriores del Tau, pero sufrió para detener las acciones de Scola y Nocioni cerca de canasta.

VENTAJA VERDINEGRA El Joventut, mientras, buscó como referentes al triángulo formado por Rudy Fernández, Marco y Tabak, que mantuvieron las constantes ofensivas de los verdinegros durante todo el partido. Cuando a ellos se unieron Digbeu y especialmente Radulovic en el tercer cuarto --en el que logró anotar nueve puntos consecutivos--, el equipo de Badalona pareció que había encontrado la llave para descerrajar la final, y consiguió un increíble parcial de 0-13 (del 52-45 al 52-58) que provocó el desconcierto del Tau.

Con Rudy en plan protagonista --un mate estratosférico del joven escolta, y un triple ante Nocioni-- el DKV Joventut parecía tener de cara el desenlace (66-71, m. 35). Pero en esos instantes, las estrellas del Tau se echaron el partido a la espalda. Nocioni y Macijauskas encadenaron dos triples y dejaron todo abierto para el último minuto. Todo se jugó a un cara o cruz y en esta ocasión, los jugadores de Vitoria hicieron valer su mayor experiencia.