La ofensiva general contra la violencia física y verbal en el fútbol a raíz de la muerte del ultra de Riazor Blues Francisco Javier Romero Taboada no solo no ha acercado a los presidentes de la Liga de Fútbol Profesional y de la Federación Española de Fútbol sino que ha provocado que su distanciamiento se haya agravado aún más hasta adquirir proporciones insalvables. El ataque desatado ayer por el primer dirigente de la patronal de clubs, Javier Tebas, contra Ángel María Villar así lo indica. Apenas 24 horas después de aceptar por cortesía la invitación del mandatario federativo y asistir al almuerzo celebrado en la ciudad deportiva de Las Rozas, el presidente de la Liga pidió a su homólogo de la federación que, por el bien del fútbol español, deje su cargo, en el que lleva 26 años. "Espero que algún día haya cambios en la federación, que la gente del fútbol vea que se ha cumplido una etapa y que haya un giro para dar entrada a gente con nueva ilusión... Todo se acaba, toca un cambio en la RFEF", dijo ayer Tebas, que considera que la hiperactividad de Villar en los frentes nacionales e internacionales es contraproducente para los intereses del fútbol.

CARGOS E INGRESOS

Además de presidente de la RFEF, Villar es vicepresidente de la FIFA, donde preside la comisión de árbitros y es miembro de la comisión organizadora de la Copa Mundial. También ocupa la vicepresidencia tercera de la UEFA, donde es asimismo presidente de la comisión de árbitros y presidente adjunto de la comisión jurídica, entre otros cargos. "Como dirigente deportivo le pondría un siete. Ha tenido periodos excelentes, no hay duda, pero todo se acaba. Puede que tuviera 18 o 19 años brillantes al frente de la federación, pero ya toca un cambio generacional", añadió el dirigente de la LFP, que no dudó en catalogar a la federación como un coto privado de Villar: "Si se entiende por coto un lugar donde solo están los que se llevan bien con él y donde el que se mueve no sale en la foto y no es bienvenido, sí que es un cortijo".

Tebas, por otro lado, se mostró partidario de poner un límite a los mandatos federativos e insistió en que él no estará en la presidencia de la Liga más de seis años, lo que ya anunció a su llegada. "Creo que tengo tiempo para cumplir los objetivos", señaló. También aclaró que su sueldo es de 340.000 euros al año. El de Villar en el 2013, según los datos de la RFEF en su web, asciende a 151.504,36 euros, en los que no se incluyen, según publicaba ayer El Confidencial, los más de 54.000 euros anuales de gastos por seguros especiales e impuestos, ni el alquiler de al menos dos viviendas por cuenta de la federación ni las cuantiosas dietas de la FIFA y la UEFA por viajes y reuniones, en lo que emplea la mitad del año aproximadamente.

COMISIÓN SIN EL CSD

La acometida del presidente de la LFP se produce después de que la comisión delegada de la RFEF decidiera marginar al Consejo Superior de Deportes de un órgano de nueva creación destinado a profundizar "en el estudio, análisis, discusión y decisión, si procede, de todo cuanto se encuentre, directa o indirectamente, relacionado con la prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia". La misma misión que la Comisión Antiviolencia, que depende del CSD. "Una comisión sin el CSD no parece lógica. Estamos ante un tema de orden público basado en la Ley del Deporte, y es obvio que el Estado debe estar presente. Al final es el CSD el que aprueba las reformas reglamentarias y no tiene sentido que esté fuera", declaró Tebas.

Villar encontró en Enrique Cerezo un encendido defensor. "Está apoyando que no haya violencia y está luchando por ello. Es un gran profesional y un magnífico presidente. Espero que todavía dure muchos años. Si no ha podido ir a una reunión es porque estaba en otro sitio. Eso no tiene que ver con que no luche contra la violencia o no esté en favor de lo que dice el CSD, la Liga o los clubs", manifestó el dirigente rojiblanco.