Alberto Val es uno de los nuevos prodigios que ha dado el balonmano aragonés. Nacido en Casetas hace 18 años, lleva tres temporadas residiendo en Barcelona. Con Xesco Espar como técnico de FC Barcelona de la Liga Asobal, Alberto ya ha jugado tres partidos con el primer equipo.

"Mi debut con el Barcelona fue frente al Portland. Estaba un poco nervioso y cortaba un poco jugar frente al público navarro. Perdimos de dos goles", recuerda Val, que juega en el puesto de pivote. "He competido once años de lateral y me he tenido que adaptar al puesto de pivote. La verdad es que ahora recibo palos por todos los lados", dice el aragonés. Después jugó frente al Valencia y el Altea. "Vamos a por todos los títulos posibles y estamos en la parte alta de la tabla", apunta.

Alberto Val no pasa desapercibido. Mide 2,08 y podría ser un buen jugador de baloncesto. "Me lo recuerdan constantemente, pero mi afición por el balonmano viene de familia. Mis primos y mi hermano Juan Carlos siempre han jugado a balonmano", explica el jugador.

En crecimiento

A Val todavía le quedan unos años para seguir creciendo. "Creo que puedo alcanzar todavía los 2,11. En mi equipo Nagy tiene mi altura y Chepkin tiene 2,07, pero no conozco casos como el mío en ningún equipo de la Asobal", explica Alberto Val.

Calza el número 50, tiene problemas para encontrar ropa de su medida y entra al metro y al autobús agachado. "Para lo que mido, soy ágil y rápido. Pero me falta fuerza y kilos. Ahora voy al gimnasio, pero me cuesta hacer pesas", dice.

Alberto Val ha estado vinculado toda su vida a la cantera del Casetas. "Me inicié en la categoría de prebenjamín y estuve en el equipo hasta cadete de primero". Ese año asistió a una concentración nacional a Pontevedra y enseguida le echó el ojo un técnico del Fútbol Club Barcelona. "El entrenador se llamaba Toni Gerona", recuerda.

Lo que más le costó fue "adaptarme a lo grande que era Barcelona. Llegué a perderme por la ciudad". Desde el principio vivió en una casa particular con tres compañeros de la cantera. "Ibamos a comer a casa de un entrenador, Ricard Franch". Val estudia primero de Empresariales, aunque confiesa: "Tengo poco tiempo para dedicarlo a los libros. Juego habitualmente con el equipo de Primera del Barcelona".