El fondo de maniobra negativo del club y la reducción de capital obligatoria que tuvo que llevar a cabo Basket Zaragoza 2002 en el 2017 son circunstancias que indican una «incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento». Así lo explica el punto 2.6 (Perspectivas de la sociedad) de las cuentas elaboradas por la entidad el 13 de noviembre del 2017, auditadas por Deloitte el 15 de noviembre y aprobadas sin votos en contra ni abstenciones en la junta general de accionistas del pasado 21 de diciembre. En esa misma junta se aprobó una de las medidas que también recoge ese punto «a fin de reforzar su situación financiera y patrimonial», una ampliación de capital de 1.500.000 euros.

El balance de situación a 30 de junio del 2017 refleja un fondo de maniobra negativo de 1.549.000 euros, «motivado principalmente por pagos pendientes de temporadas anteriores», según explica el propio club en sus cuentas. Basket Zaragoza 2002 ha tenido problemas de pago en las últimas campañas tanto con proveedores como con sus trabajadores, incluidos los jugadores de la primera plantilla. Las propias cuentas recogen una variación en el periodo medio de pago a proveedores. En la temporada 2015-2016 era de 155 días y en la 16-17 pasó a ser de 208 días de media desde el momento de la entrega de bienes o prestación de servicios hasta el pago material de la operación.

Además de ese fondo de maniobra negativo existe también una situación mercantil que incide en esa incertidumbre material a la que se refiere ese punto de las cuentas. La sociedad tuvo que realizar una reducción de capital obligada porque sus fondos propios más los préstamos participativos eran inferiores a las dos terceras partes del capital social.

En ese sentido, el punto 10.3 Deudas con empresas del grupo y asociadas a largo plazo explica que «durante el ejercicio 2016-17 la sociedad ha formalizado como préstamos participativos aportaciones de los accionistas, provenientes de la temporada 2015-16, por importe de 282.670 euros. Por otro lado, durante el presente ejercicio se han realizado aportaciones adicionales que igualmente se han constituido como préstamos participativos por importe de 165.000 euros. Estos préstamos participativos tienen vencimiento el 30 de junio del 2019 y devengan un tipo de interés compuesto de una parte fija y otra variable en función de los beneficios que obtenga la sociedad». Los préstamos ascienden así a 447.670 euros.

Tanto la reducción de capital como los préstamos participativos evitaron que la sociedad se encontrara en causa de disolución al cierre del ejercicio porque «los préstamos participativos se considerarán patrimonio neto a los efectos de reducción de capital y liquidación de sociedades previstas en la legislación mercantil». El 10 de marzo del 2017 se escrituró una reducción de 1.042.800 euros disminuyendo el valor nominal de cada una de las 264.000 acciones, que pasaron de valer 10 euros a 6,05 cada una. De esta forma, el capital actual asciende a 1.597.200 euros.

No obstante, está en marcha la ampliación de capital aprobada en la junta general por valor de 1.500.000 euros que se encuentra ya abierta a capital exterior, una vez concluido el plazo preferente para los accionistas actuales. Desde el mismo momento de su planteamiento la SAD tenía asumido que no iban a completarla los propios accionistas, puesto que ya no cubrieron una de 600.000 euros en el 2016. De esta forma, se trata de un llamamiento a la entrada de capital exterior, tanto público como privado, para que pasen a formar parte del accionariado. Este no ha variado en su reparto con los últimos movimientos mercantiles. La principal accionista es la Fundación del club (24%), seguida del presidente Reynaldo Benito (18%), Ibercaja (14%) y Gesplaza 14 (12%).