Pese a la sorpresa protagonizada el pasado jueves en la presentación oficial del equipo Renault de F-1 ante más de 800 periodistas de todo el mundo, en el teatro Massimo de Palermo, donde el nuevo y flamante R24 apareció sin pegatina alguna de Telefónica, los máximos responsables de la compañía española están convencidos de que la próxima semana habrán pulido ya los flecos del contrato que unirá a la escudería dirigida por Flavio Briatore y al piloto asturiano Fernando Alonso, la auténtica joya de la corona y el joven a quien todos ven como campeón del mundo en dos o tres años.

Según ha podido saber EL PERIODICO de fuentes próximas a Telefónica y confirmadas por la propia escudería, Briatore se negó a colocar los adhesivos que Telefónica le había proporcionado para lucir en su monoplaza hasta ver firmado el contrato. Al parecer, en el mundo de la F-1 la palabra no es suficiente, ni siquiera la enorme solvencia que posee Telefónica. "Si no hay contrato, no hay pegatinas", dijo Briatore. Y, en el inmenso alerón trasero del R24, lugar prioritario para Telefónica, apareció el nombre de Renault.

CINCO AÑOS CON ALONSO Telefónica, Renault, Briatore y Alonso, el gran objetivo de la compañía española, la excusa para entrar en el carísimo y exclusivo mundo de la F-1, unirán sus vidas la próxima semana por un montante global de unos 10 millones de euros por temporada.

Telefónica sólo quería a Alonso pero Briatore exigió que sin patrocinio del equipo no había posibilidad de poner bordado alguno en el mono de su piloto, ya que el asturiano es piloto Briatore hasta el 2005. A Telefónica le interesaba Alonso y, sobre todo, seguir con él cuando cambie de equipo cosa que, en principio, sólo puede hacer a partir del 2006 o, si va de la mano de Briatore, a partir del 2005. Telefónica firmará, pues, tres años con Renault-Briatore y cinco años con Alonso.