Hasta el mismo viernes, cuando a las 12 del mediodía comience a disputarse el primer partido de la final de la Copa Davis entre los equipos de España y Estados Unidos, no se podrá comprobar el temor que existe entre los organizadores de la final y los responsables de la Federación Internacional de Tenis (FIT) a cómo puede responder la caldera que se ha montado en el estadio de La Cartuja con 27.000 voces (hoy se pondrán a la venta 600 entradas más) animando a los equipos y haciendo palmas.

"El escenario es único y espectacular, nunca se había jugado ante tanto público y la Copa Davis es una competición que enciende los ánimos. Queremos tener el calor popular, pero a la vez controlado", comentó Jordi Amilibia, director del tenis profesional en la Federación Española de Tenis (FET).

VISION LIMITADA El sueco Stefan Fransson, juez árbitro de la final, y los jueces de silla Mike Morrisey, de Gran Bretaña, y Carlos Ramos, de Portugal, van antener trabajo extra para controlar el ambiente durante los partidos del próximo fin de semana. Sin contar que algunos aficionados no muestren su enfado cuando se sinten en las localidades más altas del estadio y contemplen a vista de pájaro que, desde esa zona, la pelota sólo se intuirá por los movimientos de los tenistas. Eso si no han adquirido una de las 3.700 entradas en las que, además, la visión es defectuosa por la presencia de las cuatro columnas de mecanotubo de más de 20 metros que aguantan el techo que cubre la pista. Para evitar las quejas, en el dorso de esos abonos, que cuestan 60 euros para los tres días, se ha inscrito una advertencia: "Precio reducido. Visión limitada".

GOTERAS Y BENEFICIOS A 48 horas de comenzar los partidos, ayer los obreros aún trabajaban a marchas forzadas para poner a punto un escenario que se ha construido en 70 días y cuyo presupuesto global alcanza los 6 millones de euros, de los que la FET calcula tener unos beneficios entre 1,5 y 2 millones de euros. Un negocio que para la ciudad de Sevilla supondrá un impacto económico de "unos 22,5 millones de euros", según aseguró ayer el alcalde de la ciudad Alfredo Sánchez que se comprometió a promocionar durante la final la candidatura olímpica de Madrid 2012.

Si nadie podrá conocer la respuesta de los aficionados en las gradas hasta que no empiecen los partidos, ayer sí se pudo comprobar que la cubierta de La Cartuja resitirá a la lluvia, ya que por la mañana cayó sobre Sevilla una tormenta que sólo provocó un par de goteras que tuvieron que repararse.

Las cuestiones deportivas parecen ya bastante más clarificadas. Ayer, Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero ya se entrenaron con la fuerza y la tensión de ser los dos jugadores elegidos para disputar los dos primeros puntos de individuales, mientras Andy Roddick calentó ese portentoso brazo, capaz de sacar a 249,4 kilómetros por hora, con el que el estadounidense espera ayudar a lograr una victoria que Estados Unidos no consigue en la Copa Davis desde 1995.