<b>—¿Ya se ha asentado en Ferrol?</b>

—De momento solo estoy yo. Me toca preparar con el club los aspectos de la próxima temporada. Pronto buscaremos piso y colegio para mis hijas, en un tiempo ya nos estableceremos en nuestro nuevo destino.

<b>—¿Qué se ha encontrado en el Racing de Ferrol?</b>

—He visto un club con una estructura de equipo profesional. Ahora hay una nueva propiedad que tiene como objetivo fijar unas bases de futuro y crecer a partir de esta temporada que todos esperamos que sea de transición. El descenso ha supuesto un golpe para este club histórico, pero hay unas bases y un buen respaldo económico que invitan al optimismo.

—¿Qué diferencias percibe entre el Ebro y el Racing?

—No tienen nada que ver. La estructura del Ebro es la de un club muy pequeño pero que ha conseguido llegar hasta niveles extraordinario a base de un grandísimo trabajo. El Racing de Ferrol es otra historia. Cuenta con empleados, con diferentes áreas de preparación... Lo que viene siendo un club de élite. Hace unas temporadas estaban en Segunda División y estuvieron peleando por regresar al fútbol profesional. Existe un sentimiento de devolver a este equipo a su sitio.

<b>—¿Se ha sentido importante desde su llegada?</b>

—Me noto muy arropado. Me han ofrecido dos años de contrato y con opción de poder continuar más tiempo si el proyecto va como esperamos. Me han transmitido que soy importante.

<b>—Ha pasado de rozar el ‘playoff’ a Segunda a Tercera, ¿cree que es un avance en su carrera?

</b>—No considero que sea un paso atrás, siento que es un salto importante en mi carrera, porque tenemos mucho potencial. No tengo ninguna duda de que es un momento importante para mí.

<b>—¿Qué proyecto tiene por delante en A Malata?</b>

—Ahora estamos en Tercera y esa es la realidad. Más allá de eso hay posibilidades, ilusiones y una meta. Pero lo primero debe ser salir de esta categoría. Tenemos la ambición de devolver al Racing de Ferrol a la Segunda División.

<b>—¿Qué le hizo decantarse por un club en Tercera teniendo ofertas de Segunda B?</b>

—El proyecto me gustó. Había propuestas de equipos de Segunda B, pero me ofrecían contratos de un año y sin vistas de futuro. Esto me da la estabilidad que necesitaba, también para moverme con mi familia. Se trata de un proyecto a largo plazo, con mucho terreno para crecer y mejorar entre todos. Motiva ver que detrás hay tanta gente, un estadio como A Malata y una tradición vinculada a la ciudad.

<b>—Ahora estará en un club de poderosas dimensiones. ¿Teme a la presión que se generará?</b>

—No tengo presión. Yo conozco el camino para volver a Segunda B, ya lo he hecho con el Sariñena, La Muela y el Zaragoza B. Aquí tengo la responsabilidad de que mi trabajo alcanza mucha más repercusión, porque en Ferrol hay una masa social importante. Mi dedicación no solo va por un club, va para una ciudad.