No es el Zaragoza un equipo acostumbrado a que sus delanteros marquen tres tantos en un mismo partido. Y eso que la pasada campaña se consiguió en dos ocasiones. Lo lograron Papu, ante el Albacete, y Borja Iglesias, frente al Valladolid. Pero nunca antes se había conseguido desde el último descenso. De hecho, hasta que el georgiano hizo triplete habían pasado quince temporadas desde el último. Fue de Yordi, en la 2002-2003 ante el Elche también en Segunda. Antes que él, Pichi Alonso, en la 1977-78, había dado la vez. En Primera, Milosevic y Morientes fueron los últimos en firmar la gesta.

Marc Gual consiguió el pasado domingo el primer hat trick de la temporada de un jugador del Zaragoza. En menos de media hora, el catalán anotó más goles que los que llevaba en casi 1.500 minutos (2), lo que le convierte en el segundo máximo realizador del conjunto aragonés, solo superado por Álvaro Vázquez (8).

Es la novena vez que un zaragocista celebra tres dianas en los últimos 26 años, aunque el mayor caudal anotador lo atesoran Diego Milito y David Villa, que marcaron cuatro goles en un partido. El argentino lo hizo en aquel inolvidable partido de Copa del Rey disputado ante el Real Madrid en La Romareda en el 2006. Milito anotó cuatro de los seis tantos con los que el Zaragoza martirizó al todopoderoso equipo blanco (6-1), un marcador que ya no sería remontado en el duelo de vuelta y que clasificó al Zaragoza para la final que perdería ante el Espanyol. Villa, por su parte, también había hecho cuatro goles dos años antes al Sevilla (4-4) en encuentro de Liga jugado en el estadio zaragozano.

El Zaragoza está atravesando la etapa menos pródiga en hat tricks de su historia moderna. A lo largo de los años, los tripletes de los delanteros del equipo aragonés eran algo habitual cada temporada hasta el comienzo del milenio. Así, Pardeza, Higuera o Morientes lograron tres goles de una vez en la de los 90. También el rumano Mateut. O Amarilla, Valdano, Rubén Sosa o Barbas en la década de los 80. García Castany y Diarte en los 70 y Murillo y Seminario en los 60 también fueron goleadores habituales por partida triple.

En la presente temporada, la mejor marca en un solo partido correspondía, hasta el pasado domingo, a Álvaro Vázquez, que anotó los dos goles con los que el Zaragoza derrotó en La Romareda al Oviedo. Además, el segundo tanto dio la vuelta al mundo por su brillante ejecución, ya que el catalán lo marcó con la espuela.

El hat trick de Gual, muy discutido durante toda la temporada, le asegura su continuidad en el once zaragocista el sábado ante el Deportivo, lo que propiciará que vuelva a jugar en La Romareda, donde se mantiene inédito desde el 3 de marzo ante el Almería.