El choque, la garra, el empuje, los gritos de júbilo, de aliento, más fuerza, más empuje… Todo eso han perdido durante el último mes los campos de la Tercera División aragonesa. Las gradas, los vestuarios y los campos se han quedado vacíos para dar paso al trabajo de los preparadores físicos y las grandes efemérides vistas por televisión. El protagonismo ha transitado de los banquillos a los despachos, donde ahora se dirime el futuro del fútbol más noble y modesto, ahora que la temporada afrontaba su ansiado desenlace.

El Tarazona ejerce como primer clasificado. Durante estos años la suerte le ha sido esquiva y no le ha permitido alcanzar el sueño de la Segunda División B. Esta campaña iba de nuevo bien encarrilada y ha sido quien más ha sufrido el cierre de la competición. «Queremos acabar el año, habíamos apostado fuerte deportivamente y estábamos en un momento muy bueno. Al final, acataremos la decisión de la Federación, pero creemos que la gente que ha estado arriba en la tabla merece un premio», afirma el presidente del club, Aniceto Navarro.

En el seno de la Federación, la idea ha sido firme desde el primer momento; la temporada debe concluir. Para paliar las consecuencias del parón competitivo establecieron un fondo de 4 millones de euros llamado ‘Ayudas para el Covid’. Los clubs tendrán la posibilidad de acogerse a él con un máximo de 10.000 euros que se descontará de las ayudas de la próxima temporada. «El reparto es opcional y nosotros en principio no haremos uso de él. Nuestros trabajadores no han dejado de cobrar, somos un club que tiene a sus jugadores con nómina y seguridad social», dice Aniceto Navarro.

La plantilla sigue trabajando en sus casas a la espera de poder recuperar el proyecto del ascenso. «Están siguiendo un plan de trabajo para tratar tanto el asunto deportivo como el tema mental. El cuerpo técnico está muy encima de ellos porque creen que es necesario que el vínculo no se pierda», indica el presidente.

El Teruel es un histórico del fútbol aragonés. El proyecto de César Láinez marchaba segundo en la tabla y se posicionaba como uno de los grandes aspirantes a dar el salto a la categoría de bronce. «Si se reanuda, tiene que darse un plazo de entrenamiento porque es imposible, después de este parón, competir sin un par de semanas de preparación», afirma su presidente, Ramón Navarro. El conjunto turolense sí se acogerá a las ayudas del Covid. «Tenemos aprobada y enviada toda la documentación. Te piden nóminas, contratos, justificantes… El coordinador del grupo, Rubén Falcón, nos están asesorando y ayudando, y este dinero irá destinado a paliar los gastos provocados por esta emergencia», asegura.

El Brea es el invitado sorpresa en la parte alta. La localidad de 1.700 habitantes disfruta de uno de los mejores momentos de su historia deportiva y ve como la oportunidad de un playoff de ascenso puede escapársele de las manos. «Queremos acabar la temporada, la directiva, la afición y los jugadores estábamos disfrutando mucho, pero... ¿Qué calendario y que horarios asumiremos? ¿Tres partidos a la semana? ¿En julio a temperaturas de 34-35º grados?», plantea el presidente, Carlos Arantegui.