El tartán de la pista de atletismo arde a la una de la tarde en las pistas de atletismo del CAR de la Blume de Madrid. Solo hay una solitaria atleta realizando series de mil metros. Dentro del pabellón aledaño se encuentra Carolina Marín, la doble campeona del mundo de bádminton, junto a todo su equipo de trabajo. Marín está realizando sesiones de técnica en la red junto a Fernando Rivas, su entrenador.

En el piso de abajo el bilbilitano Pablo Abián realiza sesiones de gimnasio junto a dos sparrings, uno israelita y otro guatemalteco, que disputarán los Juegos junto al deportista zaragozano. A Pablo lo prepara hace tres años su hermano Javier y se entrena en un pabellón cercano al que está Marín.

Abián es un madrileño más. Lleva ya trece años residiendo en la Blume de Madrid y cuando se retire no duda de que seguirá viviendo en la capital de España. El bilbilitano va a disputar con 31 años sus terceros Juegos Olímpicos y es el mejor jugador español masculino de largo de la historia. Ha sido campeón de España individual en nueve ocasiones, plata en los Juegos del Mediterráneo del 2013 y oro en los Juegos Europeos de Bakú del 2015.

Eso sí, debutó en los Juegos de Pekín sin poder lograr un triunfo. Por aquel entonces Carolina Marín era una niña de 15 años que ya empezaba a prometer en el bádminton nacional. Hoy el fenómeno Marín está en boca de todo el deporte español puesto que la onubense tiene claras opciones de llevarse el oro en Río. Sin embargo, Abián pasa desapercibido ante la fuerza mediática de la andaluza. "Carolina es una de las jugadoras favoritas para ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos", afirma de una forma lacónica el aragonés.

Abián ha sacrificado toda su vida por el bádminton. Los resultados han sido muy brillantes. Debutó en los Juegos en Pekín y fue eliminado en la primera ronda por Kestukis Navickas. Mejoró sus resultados en Londres y fue el primer español en ganar un partido. Lo hizo frente al checo Petr Koukal. "De los primeros Juegos me gustó la organización. Pasará mucho tiempo hasta que se celebre una competición de este nivel. En cuanto a tema deportivo, eran mis primeros Juegos y no tenia la experiencia de Londres. En el apartado deportivo, me quedo con los de Londres. Perdí en el grupo el segundo partido contra uno de los mejores jugadores de la historia y con un gran primer set. Era el indonesio Taufik Hidayat", dice.

SUS METAS

Ahora el bilbilitano tiene como objetivo en Río mejorar sus resultados de los dos Juegos precedentes. Se enfrentará a los 40 mejores jugadores del mundo. "Quiero llegar lo más lejos posible. El objetivo es pasar a la fase de grupos donde me enfrento al hongkonés Ho Yun y al jugador de Brunei Jaspar Woon Vhai Yu y entrar en la eliminatoria directa de octavos de final para luchar por el diploma olímpico e incluso las medallas", apunta el aragonés.

El favorito es Lin Dan, el campeón olímpico de los dos últimos Juegos. Abián se encuentra pletórico. "Es uno de mis mejores momentos. He realizado un año preolímpico muy completo ganando varios campeonatos internacionales como el Spanish Open del 2015, el Bulgarian International, el Chile International y en Río de Janeiro perdí la final con Lin Dan, el mejor de la historia. He ganado este año en Holanda y entré en el cuadro final del Super Series de Australia, que es el equivalente a los Grand Slam de tenis", explica.

Abián es un jugador fiable y sólido, que no tiene puntos débiles en su juego. "Ya tengo bastante experiencia y sé aguantar la presión del momento. Son muchos años en la élite del deporte, eso no es fácil y requiere mucho trabajo, mucho sacrificio y, sobre todo, constancia". El bilbilitano destaca sus virtudes. "Son el juego en la red y una gran defensa. Si quiero sacar adelante ciertos partidos lo tengo que complementar con otras cosas como un buen ataque, ser más ofensivo en ciertos momentos, analizar bien a los rivales y saber por dónde se les puede atacar mejor", reconoce.