Un largo camino con 40 piedras, unas más duras y robustas que otras, está a punto de culminar. El Deportivo Aragón está a solo un paso de volver a Segunda División B. Antes de llegar a este momento, el filial ha tenido que lidiar con 38 encuentros de Liga en los que fue el claro dominador, el líder indiscutible e incluso llegó a ser uno de los mejores equipos de todo el fútbol español. El del pasado domingo no fue simplemente el 39 ya que era más especial que los demás y más complicado si cabe. Sin embargo, el filial hizo los deberes y consiguió un valioso 4-1. El ascenso casi está conseguido, pero confianzas, ninguna.

En este sentido, Alejandro Roy, una de las piezas fundamentales para Láinez y para Javi Suárez, lo tiene muy claro: «Si vamos confiados nos podemos dar un batacazo muy gordo». De todos modos, no oculta que «es el resultado soñado y si hacemos las cosas bien allí no creo que tengamos problemas. La pena fue ese gol en la única ocasión aislada que tuvieron, pero la renta es amplia», agrega el extremo.

Misma ambición tiene Jesús Bernal, para el que un ascenso supondría «culminar una temporada perfecta. Creo que el club, los entrenadores y los jugadores estamos preparados para ello». Eso sí, el pivote no quiere relajación y así se lo ha transmitido a él y al resto de integrantes de la plantilla el cuerpo técnico: «Es importante competir siempre, estar ahí y conseguir el ascenso». Por ello, a Calahorra no hay que ir «a gestionar el resultado». «Tenemos que salir a hacer nuestro partido, implantar nuestras ideas e intentar ganar el partido», explica.

Temporada nada fácil

A pesar del dominio continuo en la tabla del Deportivo Aragón, detrás hay un trabajo conjunto que ha permitido que el filial esté a punto de lograr el ascenso. «Una temporada nunca es sencilla. Desde el primer día es cierto que estuvimos arriba, pero es difícil mantener ese nivel y seguir progresando», destaca Bernal.

Además, a ello hay que sumar el cambio de técnico por la promoción de César Láinez al primer equipo. «Cuando cambian los entrenadores hay un cierto miedo a que las cosas también cambien. Vino Javi Suárez con Generelo, la idea era la misma que la de Láinez y Raúl Jardiel por lo que no tuvimos que pasar un proceso de adaptación. Estamos muy a gusto, son cercanos, te animan cuando haces las cosas bien y te corrigen cuando salen mal». Por eso, ante el Calahorra, el conjunto aragonés practicó el mismo juego alegre que lleva jugando durante toda la campaña.

El Deportivo Aragón debe culminar aquello que se le escapó la temporada pasada y se antoja necesario ya que, como explica Roy, «tener al filial en Segunda B es mejor que tenerlo en Tercera porque supone estar un paso más cerca de la Segunda División, que es donde está el primer equipo, y a nosotros nos hará creer como futbolistas».