Como hace dos semanas, el Teruel confía en Pinilla para salvar una eliminatoria de los playoffs a Segunda B. Esta vez, sin embargo, el reto es mucho mayor. Si ante el Alavés B, el equipo turolense solo necesitaba un empate sin goles (traía un alentador 1-1 de la ida), hoy (18.00 horas) ante el Laredo precisa de un partido redondo. Y es que los jugadores de Néstor Pérez deben remontar el 2-0 que les endosó el Laredo en San Lorenzo, un objetivo que se antoja complicado no solo por los tres goles necesarios, sino porque un tanto del Laredo dejaría la eliminatoria casi sentenciada.

No se admiten, pues, errores. No obstante, el técnico y los jugadores del Teruel ya hablaban de remontada el pasado sábado, solo unos instantes después de la derrota, a través de mensajes en las redes sociales. Pese al mal resultado y a que el partido no salió como se esperaba, la sensación en el club es que es posible darle la vuelta a la eliminatoria. También lo piensa la afición. De hecho, el viernes, en el último entrenamiento de la semana, una treintena de aficionados acudieron a Pinilla a animar al equipo.

En el partido de vuelta ante el Alavés B el campo turolense ya registró una muy buena entrada y vibró con el gol de Jorge Yuste en el último minuto que dio el pase al Teruel. Su apoyo es una de las bazas con la que cuenta hoy el club. Néstor Pérez no podrá contar esta tarde precisamente con el autor del gol decisivo en la anterior eliminatoria. Yuste fue sancionado por el Comité de Competición por acumulación de amonestaciones.

Tampoco estarán por lesión dos piezas importantes del equipo: Ros y Vicente Pascual, que solo aguantó 9 minutos en el campo el pasado sábado al recaer de una lesión y ha dicho adiós a la temporada. En caso de pasar, el Teruel afrontaría la tercera y última eliminatoria de los playoffs, que comenzará ya la semana que viene.