El Teruel no tendrá fácil superar la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B ya que debe remontar en Campo Pinilla, mañana a partir de las 18.00 horas, el 2-0 en contra que encajó en el partido de ida en tierras cántabras frente al Laredo.

Los turolenses se verán obligados a arriesgar en este encuentro, que de no sacarlo adelante será el último de la temporada, ante el Laredo y que supone un mayor peligro ya que si encajan algún gol deberían superarlos por tres goles de diferencia.

El entrenador del conjunto turolense, Néstor Pérez, tiene varias bajas importantes para este decisivo enfrentamiento, ya que no puede contar con Yuste por sanción, además de los lesionados Vicente Pascual y Ros.

Tras el partido de ida, ahora se conocen mejor los dos equipos y los turolenses saben que su rival tiene mucho peligro a balón parado por la envergadura de varios de sus jugadores, además de por el fútbol directo que practican.

No obstante, la afición rojilla se va a volcar en el encuentro para apoyar a su equipo y tanto los jugadores como el técnico confían en hacer un buen partido y tener posibilidades de superar a los cántabros aunque son conscientes de que la tarea se presenta muy difícil.