El CD Teruel vivió el 75º aniversario más feliz. La temporada ha sido brillante. Campeones de la Tercera División aragonesa y nuevo equipo de Segunda B. Todo un baño de bronce que la ciudad turolense esperaba con ansia desde hace cinco temporadas, la última en la que el club que viste de rojo y azul militó en el tercer escalafón del balompié nacional. «Creo que todavía no somos conscientes de lo que hemos hecho», asevera Dani Aso, entrenador del Teruel. Una de esas cabezas que ha hecho posible que se culmine este acontecimiento del fútbol aragonés.

Pinilla estalló nada más finalizar la contienda. Las 3.500 personas que abarrotaron las gradas del campo alzaron los brazos al aire tras conocer su nuevo destino. Son de Segunda B. Así lo sintió Ramón Navarro, un presidente feliz y emocionado. Fundido en abrazos constantes con toda la gente que le rodeaba. El momento más álgido llegó durante la celebración dominical en la plaza del Torico. Los jugadores, aclamados por los ciudadanos turolenses se postraron sobre el icónico monumento. José Durán y Cristian Arcega fueron los encargados de auparse hasta lo más alto para ponerle la bufanda del club. Un gesto ya icónico para en la historia del club, ya que representa un ascenso que ha revitalizado el fútbol en esta capital de provincia.

La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada, como manda la tradición. Dani Aso, el ingeniero de este cuento, aún tiene la voz afónica. Es lo que tienen los ascensos. «Tuve que gritar mucho en Cádiz y entre la lluvia y el partido en Pinilla lo rematé. También tuvo algo que ver la celebración que tuvimos después», relata el técnico.

El éxito desde cero

Dani Aso tomó las llaves de este proyecto en el verano del 2017. Arrancaba un nuevo mañana, con un puñado de futbolistas nuevos y la ambición de coronarse como campeones del grupo. Tras una primera vuelta de ensueño, el equipo sufrió un bache de resultados fruto de la larga lista de bajas por lesión. «Bajamos el rendimiento, pero siempre sacábamos fuerzas para levantarnos y reponernos de las caídas».

Se terminó coronando la escuadra más regular, la que más poderío exhibió, sobre todo en el feudo de Pinilla. «Éramos un grupo nuevo, con muchos jugadores que no habían jugado un playoff jamás, y lo hemos logrado a la primera. Esto no tiene precio», explica con emoción Dani Aso. Porque salir de Tercera no es sencillo, es una categoría que se atraganta. Muchos equipos se quedan atrapados en esa maraña de promociones de ascenso interminables. Sin embargo, el conjunto rojillo lo logró de un plumazo. Por la vía rápida. «Este ascenso es algo que toda esta ciudad se merecía», comenta el técnico.

Teruel volverá a estar bañada de bronce. La afición respondió a la llamada del equipo llenando Pinilla y celebrando con júbilo un éxito de su fútbol. «Este equipo se lo merece. Por el sacrificio, las ganas de triunfar y su insistencia. Son de esos momentos que se quedan grabados en la memoria de uno para la posteridad. Esos momentos que deseas que no terminen», relata Dani Aso. El entrenador que ha conseguido devolver al CD Teruel a la Segunda B.