El CD Teruel arrancó su 75 aniversario la pasada campaña en Tercera División. Cuando la directiva sopló las velas de la tarta, pidieron un único deseo de cumpleaños: regresar a Segunda B. Meses después ese deseo se hizo realidad. El conjunto turolense, liderado por el orfebre del ascenso, Dani Aso, ha vuelto para quedarse en la categoría de bronce del fútbol español.

La ilusión del nuevo proyecto animó a un equipo que no dejó de creer en sus posibilidades durante la temporada, y el destino les recompensó con otra oportunidad en Segunda B.

A pocas horas de iniciar la Liga, Aso es «optimista» después de ver la pretemporada que han realizado sus jugadores. «El balance de los siete amistosos disputados es positivo. Cosechamos derrotas por la mínima aunque por juego merecimos ganar. Lo que realmente importa es la buena imagen que desplegamos y que conseguimos dominar a los rivales», apunta Aso.

La principal preocupación del técnico durante este mes de preparación era que «los nuevos jugadores cogieran rápido nuestro estilo de juego, y lo han hecho». Por otro lado, los artífices del ascenso continúan vistiendo la zamarra rojilla. Muchos de ellos debutan en Segunda B, y la mayoría «poseen un nivel muy bueno para competir», destaca Aso.

Además, gracias al acuerdo que la entidad turolense tiene con la SD Huesca, la plantilla se ha reforzado con «jugadores de experiencia contrastada en la categoría de bronce» que arroparán a los noveles en el nuevo periplo. En este sentido, la labor de Cani como coordinador del convenio entre ambas entidades ha sido clave para la confección del equipo rojillo. El exzaragocista se ha encargado, junto con Aso, de «potenciar» varias posiciones con la cesión de jugadores procedentes de la entidad oscense. Además de estas llegadas, Aso está pendiente de una última incorporación para poner el punto final al plantel 2018-19, sin olvidar la vuelta al grupo de Juanma González, que ya comienza a tocar balón después de su grave lesión. Una rotura en el ligamento cruzado de la rodilla derecha le mantuvo apartado seis meses del verde. Con su regreso, el técnico dispondrá de 24 jugadores para afrontar la exigente temporada.

En el Teruel son conscientes de la dificultad que entraña el grupo III de Segunda B, repleto de filiales de los principales equipos de Primera, y que cuentan con jóvenes promesas que, en unos años, pueden ser trascendentales en clubs de la máxima categoría. El objetivo de la entidad turolense no es otro que «la permanencia», pero no es lo único que Aso tiene en su cabeza. Quiere finalizar el año fuera de la zona roja de la clasificación liderando a «un Teruel alegre, con ilusión y que guste a la afición. Hemos de ser fieles a nuestra idea de juego, de manera que no especularemos nunca con el resultado. Estamos igual de capacitados que el resto de rivales, por lo que vamos a ser muy atrevidos en cada partido para buscar la victoria», asegura. Así, el club rojillo inicia su aventura este domingo a las 19:00 horas en casa del Atlético Levante, filial del cuadro valenciano.