La guinda del XVII Triatlón de Invierno Valle de Ansó que se disputa el próximo domingo serán los diez kilómetros finales de esquí de fondo en la estación de Linza. Hasta entonces, los triatletas habrán comenzado su esfuerzo con una primera posta de carrera a pie sobre 7.500 metros, para después ascender en bici sobre 20 kilómetros hasta la estación de Linza. Esta prueba forma parte de la Copa de España Trangoworld de Triatlón de Invierno y también se jugará el título del Campeonato de Aragón. Lo organiza Mayencos de Jaca.

Linza es uno de los privilegiados escenarios donde se puede practicar el esquí de fondo en los Valles Occidentales junto a Lizara y Gabardito. El circuito de Linza es relativamente bajo. Se encuentra en una explanada a casi 1.300 metros de altitud a la sombra de montañas de más de 2.000 metros como la Mesa de los Tres Reyes, Acherito o Petrecha. Diego Ruiz, olímpico en tres ocasiones en esquí de fondo, debutó en estas pistas. «Fue un Trofeo Mayencos en el año 89. Tendría 13 años y entonces vi lo duro que era este deporte. Me llamó la atención que el circuito iba por el bosque y me mareé tanto en el autobús que vomité», dice el jacetano.

Diego Ruiz define el circuito de Linza como «sencillo y sin dificultades técnicas y en un entorno precioso. Es muy agradecido esquiar en el bosque porque Candanchú está más abierto. Ahora está muy bien de nieve, pero esta en una cota más baja y mirando más al Atlántico. Una de las cosas para que tenga menos proyección es que la carretera desde el camping es bastante estrecha».

Las pistas se crearon en el año 1987. «Fue una inversión de la mancomunidad que compró tres máquinas para Linza, Gabardito y Lizara. Desde hace nueve años le propuse al Ayuntamiento de Ansó gestionar las pistas. Entonces estaba de alcalde Félix Ipas y se promovió comprar una máquina nueva. Se homologó le circuito para la competición», explica Eloy Puigdefábregas.

Fue entonces cuando se volvió a impulsar el Triatlón Blanco de Ansó. «Para que fuera olímpico tenía que ser todo por la nieve. Pero era muy complicado que estuviera en condiciones para que los deportistas corrieran bien. Se dejó de hacer y se volvió a impulsar por parte de Mayencos, organizando un triatlón desde Ansó», indica Puigdefábregas.

Junto al circuito hay un refugio con 80 plazas. «Son independientes, pero trabajamos en conjunto. El refugio se abre todo el año. El circuito está en el fondo del valle en una explanada para hacer iniciación de esquí de fondo. Se transita por un bosque de hayas muy variado. Se practican el esquí de travesía, las raquetas o el mushing». El circuito está abierto desde que llega la nieve y se cierra cuando desaparece. «Cuando tenemos un espesor de 25 centímetros abrimos. Muchos años comenzamos en diciembre y acabamos a mitad de abril».

Linza tiene tres circuitos de dos, tres y cinco kilómetros. «Es para practicar el esquí clásico y patinador. Tiene forma circular, es fácil, cómodo y con no mucha pendiente. Empieza en 1.300 metros y llega a los 1.400. Eso es lo que buscan los fondistas. Somport es todo subir y bajar al estar en una ladera». La mayor parte del público llega desde Euskadi. «Son el 80%, aunque cada vez viene más gente de Zaragoza. Están a dos horas y cuarto del circuito». Reconoce que no ha habido ayudas del Gobierno de Aragón. «No ha invertido un duro. Ansó, con solo 500 habitantes, ha peleado para que haya un buen mantenimiento de los accesos. Pero es un valor añadido. No necesitamos masificaciones y pensamos en el desarrollo sostenible. Estar aquí es un privilegio y no buscamos una carretera más grande», concluye.