El Real Zaragoza sumó en Lorca un triunfo de los llamados industriales, una victoria gris, más propia del mono de trabajo que de la brillantez, pero que a efectos clasificatorios vale lo mismo que la lograda ante el Numancia, que consolida la idea de bloque en formación que lleva dos partidos seguidos sin encajar goles y que ve cómo la idea de Natxo González empieza a dar frutos en forma de buenos resultados tras un inicio de Liga donde las sensaciones fueron mejores que los puntos. Los goles en la segunda parte de Javi Ros y de Papu marcaron la diferencia en un partido donde el Zaragoza fue un equipo práctico, eficaz en las dos áreas, como los buenos bloques, ante un Lorca con pocos recursos en ataque y que no pudo con la firmeza atrás del conjunto zaragocista ni con su pólvora arriba.

El Zaragoza, que ya se ha colocado noveno en la tabla a la espera de los partidos de hoy, puede completar el domingo ante Osasuna una semana inolvidable en medio de las fiestas. Si sella el pleno al nueve el salto en estos días de celebración de los Pilares va a ser antológico a todos los niveles. Ese es ahora el objetivo. En todo caso, es indiscutible que la vida ya sonríe a Natxo González y a sus chicos. Ha tardado, pero sonríe. Y lo mejor es que tiene pinta de seguir sonriendo y de construir unos cimientos sólidos para pensar en el retorno a Primera en una Segunda, no se olvide, de mucha igualdad.

El Real Zaragoza salió con las novedades de Ángel, en el lateral izquierdo, y de Guti y Javi Ros para sellar un trivote junto a Zapater en el que Natxo González buscaba el dinamismo de Guti por delante de la pareja en la medular para intentar dominar un centro del campo que era la clave del partido. Sin embargo, al equipo le faltó en la primera parte intensidad y ritmo y salió muy dormido. Todos, menos Cristian Álvarez, que evitó con una gran parada un envenenado disparo de Adán Gurdiel que iba a la escuadra de su portería.

El Lorca presionaba más arriba y en el primer cuarto de hora se plantaba con facilidad en el área de un Zaragoza impreciso y sin temple. Eso sí, la zaga zaragocista mantenía el tipo, algo menos por la banda de Ángel, al que Nando le daba mucho trabajo.

El Zaragoza espabiló muy poco a poco y comandado por Febas, fuente de faltas para el rival y que probó fortuna dos veces tras iniciar él mismo la jugada. En la segunda su envío a Ros se lo devolvió este tras dejarla pasar Delmás y el disparo del catalán rozó el gol y acabó en córner en la mejor ocasión zaragocista.

Sin embargo, esa mejoría fue un espejismo, porque al Zaragoza le pesaban las piernas y apenas ganaba en los duelos con su rival, por no hablar de las bandas, inexistentes como vía de ataque. Eugeni tomó de nuevo el mando del medio, bien secundado por Noguera y la banda derecha entre Adán Gurdiel y Nando era el camino más buscado por los de Curro Torres. Con todo, Cristian Álvarez no pasaba apuros, pero el Zaragoza, sin conexión en las transiciones, tampoco llegaba al área rival para que el partido cada vez adquiriera el rango de tostón de dimensiones bíblicas.

El final del primer tiempo solo trajo un nuevo intento de Febas a pase de Borja y la sensación de que el Zaragoza estaba fuera del partido porque no sabía cómo superar la presión adelantada del Lorca, que le permitía a los locales al menos vivir más cerca del área zaragocista, pero el conjunto murciano era preso de sus propias limitaciones.

GOL CLAVE DE Javi ROS / El decorado cambió en la segunda mitad. Y lo hizo por los carriles y con un gol en el que Borja, caído a banda, abrió para Ángel y su centro le llegó a Javi Ros, que soltó un disparo fuerte pero poco colocado que se le coló por debajo de las piernas a Dorronsoro. Con muy poco, el Zaragoza ya estaba por delante en el marcador y el Lorca, con el timón de Eugeni, intentó igualar. Cristian Álvarez paró un disparo de Nando y Fran Cruz falló con todo a favor en un córner con despeje del portero.

El Zaragoza se echó atrás, quizá en demasía, y solo le faltaba una conexión para intentar sentenciar a la contra. Una que inició Borja la acabó mal Febas, mucho más certero en el fútbol y en el pase que ante el gol. El Lorca no cejaba en su empeño y una acción de Nando, su jugador más peligroso, ante Ángel acabó en un mal remate del recién salido Merentiel, que aún dio otro balón de gol al propio Nando, que remató muy alto.

Natxo González vio que era el momento de los cambios y Eguaras saltó al césped para que Guti se escorara a la izquierda y Febas jugara por detrás de Borja. Faltaba la guinda y la tenía que poner Papu, con un gol, su primero en Liga (ya marcó en Copa), nada más saltar. Borja volvió a abrir la jugada, Ángel, mucho mejor en ataque que en defensa, puso un balón desde la izquierda y Febas envió un regalo que el georgiano no desaprovechó para cerrar el partido. Aún tuvo otra Febas antes de salir por Buff y Verdasca dejó la portería a cero tras evitar con su cuerpo el tiro de Javi Muñoz. Así, el Zaragoza ya se lanza y ahora espera Osasuna...