El Olivar ha encontrado un tesoro con el fichaje de Arantxa Calvo. La escolta zaragozana de 37 años decidió dar este paso en enero tras un año de inactividad debido a su maternidad. El equipo ha dado un giro de 180 grados ganando los últimos doce partidos de la Primera Nacional y disputa las semifinales frente al Teruel. En el otro emparejamiento luchan Universitario y Almozara. "Como dice mi amigo Carlos Lanau, se hace insoportable no poder jugar. El fichaje pilló a todo el mundo desprevenido, pero era una idea que llevaba en la cabeza. Me dedicaba a correr, no me veía mal y me propuse volver a las canchas", explica la veterana jugadora.

Ahora sigue impartiendo su magisterio gracias a su experiencia y su carisma en el conjunto preparado por Chicho Lucas. "Tenemos un cuadro joven, con talento, con muy buenas condiciones físicas y bien trabajado. He vuelto con Bea Bollullo y Beatriz Cabrera, con las que jugué en el Casablanca. Me lo han hecho todo más fácil", explica.

Calvo solo había jugado hasta ahora en tres equipos, el Mann Filter, el Rivas y el Casablanca. Ahora ha llegado su hora en El Olivar, que cumple sus Bodas de Oro y quiere que su equipo femenino de básquet sea su referencia de esta nueva etapa. "Han apostado por una renovación total tanto en lo social como deportivo. Está remodelando las instalaciones y crece deportivamente", afirma.

Más de uno se sorprendió en el club vecino del Casablanca cuando Calvo decidió fichar por el Olivar. En el Stadium pasó cinco inolvidables años en los que llegó a ser nominada mejor deportista. Tras el ascenso a la Liga Femenina, Álex Cebrián apostó por Arantxa, pero la junta directiva tenía otra opinión. El enfado le duró a Calvo menos de un segundo. "Todo lo malo que nos pase que sea por esto. Son decisiones del club y hay que asumirlas. Lo importante es mantener cada uno su puesto de trabajo. Gracias a Dios lo tengo. En el Stadium saben como soy, saben que esto me encanta y han entendido que viniera a jugar aquí".

En el Stadium dejó grandes amigas como Pilar Valero, Teresa Seco o Marta García e Isaac Caseras, su marido, es el preparador físico del Mann Filter. A veces era duro para Arantxa asistir a los partidos de Liga Femenina del Casablanca acompañada de su niño. "Ha habido momentos que he hecho de tripas corazón. Pero no hay que darle más vueltas. Me gusta el básquet, tengo amigas en el club y habría ido a verlas de todas maneras", confiesa.