El Ebro a su paso por Zaragoza y sus alrededores cuenta unas pepitas de oro de la naturaleza. Son los conocidos galachos, lo que en aragonés se conoce como los meandros abandonados del río. La Alfranca de Pastriz, La Cartuja y el Burgo de Ebro forman parte de la Reserva Natural de los Sotos y Galachos del Ebro y Espacio Red Natura 2000. En pleno deshielo, ahora es un momento adecuado para visitarlos en su pleno apogeo.

El recorrido desde el Burgo de Ebro hasta Zaragoza forma parte del Camino Natural del Ebro G.R.-99 que realizaron el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y la Confederación Hidrográfica del Ebro a propuesta de la Federación Española de Montañismo. Es un largo trazado de 1.200 kilómetros en 42 etapas que comienza en Fontibre, en el nacimiento del Ebro, y atraviesa Castilla-León, Euskadi, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña. Su etapa final se inicia en Amposta y acaba en Riumar.

Aragón es parte capital en el sendero puesto que cuenta con 12 etapas, todas ellas en la provincia de Zaragoza. El camino tiene finales en Gallur, Alagón, Utebo, Zaragoza, El Burgo de Ebro, Pina de Ebro, Sástago, Escatrón, Chiprana, Caspe y Mas de la Punta. El recorrido desde el Burgo de Ebro hasta Zaragoza es muy sencillo, apto para todas las edades y condición física y muy llano. Se puede realizar en una mañana tranquilamente en cuatro horas. Los desniveles son inapreciables (solo de diez metros desde el Burgo hasta Zaragoza), el camino es amplio y está muy bien señalizado y la distancia a recorrer es de 19.640 metros. La única pega es que ahora el calor puede ser un hándicap según a la hora en la que se realice el recorrido. Por ello es esencial madrugar en estas fechas, ir protegido del sol y llevar agua abundante.

Desde el Burgo el camino comienza en un parquecillo pegado a la plaza de toros. Los primeros tramos son muy atractivos. El caminante transita largo tiempo a la izquierda del inmenso Ebro. A la media hora se llega a la Balsa del Burgo, donde hay un área recreativa. Cuando llevamos una hora de marcha llegamos al espectacular Galacho de El Burgo. Se formó a principios de los cincuenta a raíz de la crecida del Ebro pasando a ser un brazo ciego. En los ochenta se contruyó una mota. Desde entonces se ha asistido a un rápido proceso de relleno natural derivado de las hojas caídas, los limos y los carrizos, que han colonizado las orillas de modo que solo en los períodos de aguas altas encontramos el terreno encharcado.

Carretera Castellón

Después se abandona la vista del Ebro hasta que se llega a la población de La Cartuja. El camino acompaña a la carretera de Castellón durante cuatro kilómetros. Son los tramos menos atractivos de la excursión, en lo que lo más curioso son los nidos de cigüeñas en las torres de electricidad. Desde La Cartuja y tras dos horas y media de marcha el camino busca de nuevo el gran río. A la derecha parte el sendero que llega a La Alfranca por la Pasarela del Bicentenario. Para ir a Zaragoza hay que ir a la izquierda. Superado el Galacho de La Cartuja, el GR-99 llega a la huerta de Las Fuentes y al Soto de Cantalobos, con un atractivo bosque de ribera al que se puede acceder por un estrecho camino. El final está en el Parque de la Unión, una vez superada la desembocadura del Huerva.