El Club Ibón es la entidad aragonesa que está en boca de todos cuando se habla de la orientación. Hace 26 años, cuando casi nadie sabía en Aragón lo que era este deporte, unos entusiastas decidieron trasplantar una modalidad que es deporte nacional en los países nórdicos. Eran gente como Julio Garde, José Antonio Ferrando, Fernando París o José Luis Terreros. Correr por el monte buscando balizas se convirtió casi en una religión para un centenar de deportistas.

Fue entonces cuando se fundó el Club Ibón. Su primera presidenta fue Rosa Garde. Le sucedió Jesús de Miguel y en el año 95 llegó al cargo el zaragozano Santiago Chóliz. Desde entonces lleva la batuta de la presidencia del club zaragozano. Hombre inquieto y nervioso, Chóliz se vinculó a este deporte por Julio Garde. "Corría campo a través en la Universidad, conocí con 18 años a Garde, nos llevó tres años seguidos al Nacional Universitario de orientación y nos fue empapando de este mundillo. Empecé a hacer mapas y poco después me convertí en el presidente del club", dice Chóliz.

El zaragozano no tiene un minuto libre en toda la semana. Es médico de urgencias en Echo, tiene dos niños y su esposa es trabajadora social. "El lunes y martes trabajo en Echo. Bajando a Zaragoza cartografío en el Hostal de Ipiés. El miércoles y el jueves estoy con la familia. Regreso a Echo el viernes y el fin de semana regreso a Zaragoza. De paso vuelvo a cartografiar en Hostal de Ipiés. Esta es la única manera de compaginarlo todo", explica Chóliz, que confiesa que "ser presidente se lleva bien, pero tienes una gran responsabilidad, porque hay que pensar en todo el mundo", dice.

Pese a su pasión por la orientación, nunca ha competido en los países nórdicos. Se conforma con competir por Aragón y en pruebas nacionales. "La orientación clásica a pie es la que más me gusta. Me encanta la combinación de resistencia y estrategia mental. No perderte y utilizar la ruta adecuada", explica. Chóliz está enamorado del Prepirineo, que es el sitio donde más practica la orientación. "Me he encaprichado de las zonas prepirenaicas. Si encuentras un terreno limpio, es un lugar ideal para pensar y correr en sitios como Caldearenas, Orna de Gallego, Arto, Hostal de Ipiés, Ipiés, Sabiñánigo o Rapún. Es un terreno que teníamos desaprovechado y en el que se pueden dibujar mapas durante 25 años", indica.

La territorial

Cuando se creó Ibón, era el único club en Aragón de orientación. No existía ni la Federación Aragonesa. "Ahora tenemos 170 socios y la cifra no aumenta, ni disminuye. Ha bajado nuestra representación por la aparición de la territorial. Hasta ahora el Club Ibón habíamos sido el timón de la orientación en Aragón. Cuando se creó la territorial, Ibón se quitó todo ese trabajo que ahora hace la federación". Hace años la mayor parte de las carreras de la Liga Aragonesa las organizaba Ibón. "Ahora se deja el peso a clubs mas pequeños y aportan calidad. Son Peña Guara, Pirineos, Academia General Militar, Sarrios, Zalagarda o Wakhán Raiders", dice Chóliz.

Ibón organiza pruebas de referencia en el calendario regional. "Destaco O Pirenne. Se disputa los días 20 y 21 de septiembre en el Hostal de Ipiés y forma parte de una liga en la que se encuentran Navarra, el País Vasco, Cataluña y dos regiones francesas". También ha organizado una prueba de la Liga Aragonesa de Orientación en la modalidad de BTT en Villalangua y otra en los parques de Zaragoza. También organizan la prestigiosa Rogaine de Goya.