La vital victoria en Almendralejo ha dejado al Real Zaragoza a tiro de una permanencia sufrida en Segunda, lejana al objetivo inicial del ascenso, pero fundamental en términos económicos, dado el golpe absoluto que hubiera supuesto, y aún puede suponer porque el peligro todavía existe, bajar a Segunda B. Ganar al Sporting, lograr los tres puntos esta noche en La Romareda (21.00 horas), dejaría la salvación ya en virtual a expensas de que pudiera ser incluso matemática al final de la jornada el domingo. Eso se juega el Zaragoza ante su gente. Frente a un enemigo que apura sus escasas opciones de playoff, el objetivo de los de Víctor Fernández es no postergar más la necesaria continuidad en la categoría de plata, que las tres últimas jornadas sean solo para tratar de acabar lo mejor posible y devolver a la afición con triunfos parte del mucho sufrimiento vivido.

Esa permanencia será matemática si el Zaragoza supera al Sporting y, después, el domingo el Lugo y el Tenerife pierden o lo hace el Rayo Majadahonda y puntúa el Numancia. Pero, aunque no se den esos supuestos, el Zaragoza podrá sentir tras ganar esta noche que tiene atado virtualmente ese objetivo, algo para lo que dio un paso más que trascendental ante el Extremadura, un triunfo que dejó a los zaragocistas con seis puntos de renta con el Lugo y el Rayo Majadahonda (que tiene pendiente sumar los tres del Reus) y aclaró una barbaridad el panorama para cerrar la permanencia y diseñar el futuro proyecto. Eso sí, ya se han dado pasos previos, como la contratación del nuevo entrenador, carrera en la que Unzué sigue con ventaja con respecto a Djukic y López Garai para serlo.

Ahora falta dar ese último paso y hacerlo en La Romareda, donde tanto se ha fallado en este curso. El Zaragoza suma solo un punto más (24 por 23) de local que de visitante. Es más, con Víctor ha logrado más con la maleta de viajero, donde en las tres últimas salidas ha firmado nueve goles y siete puntos, que jugando delante de su parroquia, donde ahora acumula dos derrotas seguidas (Alcorcón y Deportivo), sin contar, claro está, el triunfo administrativo ante el Reus. Ya que el curso ha sido tan doloroso para una sufrida afición de nada menos que más de 27.000 socios, por lo menos que el paso prácticamente definitivo para evitar cualquier agonía en las tres citas finales se dé en La Romareda.

GUITIÁN, EL FACTIBLE CAMBIO

Llega el Zaragoza con la moral henchida al duelo después del notable partido ante un Extremadura lanzado y al que le frenó en seco. Ese partido, donde no estuvieron habituales como Eguaras y Guitián que hoy vuelven, dibujó un once que funcionó a la perfección, sobre todo en la medular. Eso invita a pensar en una continuidad de esa apuesta en el medio, con Javi Ros como faro en la salida de balón acompañado por James, de bendita recuperación por su carácter vital, y Guti. Mientras, atrás sí se vislumbra un cambio en el regreso de Guitián al eje tras su sanción en lugar de Álex Muñoz, ya que Benito se quedó fuera de la lista, como también Dorado o Lasure porque llevan muchas semanas de baja a pesar de haber regresado con el grupo. En ataque, Soro vuelve y Pombo hizo buenos minutos, pero parece factible que se repita apuesta. Pep Biel es intocable por merecimientos, con goles y asistencias, y Álvaro y Marc Gual, pese a no ver puerta en Almendralejo, hicieron un buen partido allí.

El choque tendrá, además, el merecido homenaje a los juveniles que tan brillantemente ganaron la Copa de Campeones, un momento sin duda emotivo y que augura un futuro mejor, aunque el presente es lo que importa y lograr la permanencia es prioritario. Para ello hay que ganar a un Sporting que viene de cuatro jornadas sin ganar y que está a siete puntos del sexto clasificado cuando quedan 12 por jugarse, de los que tres los tiene seguros ya que corresponden al partido frente al retirado Reus.

El rival, al que se le ganó en El Molinón en un partido, el segundo con Víctor, muy completo y con remontada incluida, tiene en La Romareda el último tren para ese playoff, aunque parece haberlo perdido ya, pero matemáticamente no lo ha hecho. Recupera a Djurdjevic para hacer pareja con Álex Alegría en ataque,una dupla peligrosa y con centímetros, pero pierde por sanción a Nacho Méndez. Su entrenador, José Alberto, habló ayer de centrarse en el presente y apurar las opciones. No le quedan muchas y en Gijón se ve perdida la esperanza y se mira al futuro, pero seguro que no será fácil superar al Sporting para un Zaragoza que tiene tan a mano sellar el objetivo.