La primera vuelta del Tecnyconta Zaragoza ha revelado una insuficiencia deportiva en todos los aspectos. Solo con Gary Neal y sus 18 puntos de media por partido no son suficientes, el rendimiento de muchos de los jugadores, del equipo en su conjunto y, en consecuencia, también del entrenador, están por debajo de lo necesario para lograr el objetivo mínimo de la permanencia. Con cinco victorias en 17 jornadas y con todos los duelos directos perdidos, el equipo aragonés se encamina hacia el descenso.

La plantilla elaborada por Salva Guardia se ha quedado corta y descompensada, claramente insuficiente también. Actualmente cuenta con 13 jugadores de los que el último partido tres no jugaron, Mazalin por quedarse fuera de la convocatoria y Michalak y Urtasun por decisión técnica, y otros dos lo hicieron menos de diez minutos, Álex Suárez (7.00) y Juanjo Triguero (2.13). Los que juegan no están salvando los muebles, con algunos fiascos considerables.

El perímetro se ha quedado a expensas de los puntos de Neal y del pundonor de Barreiro, que no entraba en los planes iniciales. Michalak y Mazalin no cuentan, por lo que hay un único tres, mientras Blums ha pasado a ser un tirador compulsivo con menos acierto cada jornada. Por dentro solo Varnado aguanta con regularidad aunque parece agotado desde el momento en el que sale a la pista. Al resto le falta consistencia en sus actuaciones, continuidad en sus apariciones, tanto a un De Jong irreconocible las últimas fechas como a los dos cuatros.

Además, el equipo ha sufrido varios contratiempos que han afectado a puntos vitales de la plantilla. Sobre todo la salida de Sergi García, aunque el equipo ya ha tenido tiempo de sobreponerse. Su sustituto, Bo McCalebb, es un buen jugador pero no puede hacer lo mismo que el balear. Con Sergi el equipo ganaba un escolta en momentos de necesidad, pero ni Bellas ni McCalebb pueden hacer el dos porque ninguno tiene puntos ni amenaza exterior, por lo que cuando coinciden en pista se resiente el ataque.

El otro gran percance ha sido la lesión de Gary Neal, que le ha tenido fuera tres semanas. En este tiempo el equipo solo ha sido capaz de ganar un partido, aunque mucho más preocupante es que con el norteamericano al Tecnyconta no le va mucho mejor. En este caso su sustituto, Txemi Urtasun, todavía no ha podido ayudar al equipo. Después de un par de actuaciones aún lejos de su mejor nivel, el pasado domingo ni siquiera saltó a la pista.

Ha quedado claro ya que las individualidades, ni siquiera las de Gary Neal, de largo el mejor del equipo, no son suficientes en este equipo. Solo por calidad el Tecnyconta no va a ganar partidos, así que necesita un mayor y mejor trabajo colectivo. Porque hasta ahora no se ha visto una evolución, un crecimiento del bloque, que cada jornada que pasa es más inseguro e inestable. Y no hay excusas ni coartadas posibles, son los propios errores los que están condenando al Tecnyconta.

De momento el club no se plantea cambios en el cuerpo técnico y, los que ha efectuado en la plantilla, han sido por necesidad. Pero el Tecnyconta necesita dar un giro radical a sus actuaciones y buscar soluciones, bien dentro bien fuera, para enderezar un rumbo que no hace más que torcerse. Sus rivales ya se están reforzando. El Joventut de Badalona, con una victoria menos, anunció ayer la incorporación del base Nico Laprovittola, cedido por el Zenit de San Petesburgo.