Víctor Muñoz acaba de llegar al Real Zaragoza y afrontará su primera final como entrenador. Lo hará en la Copa del Rey, un paisaje que no le es nada extraño, un torneo en el que tuvo experiencias positivas y negativas no sólo en el fútbol español, sino también en el italiano, con la Sampdoria. En el camino a Montjuïc, escenario del encuentro contra el Madrid el próximo 17 de marzo, dejó en la cuneta en los cuartos al Bar§a, el club donde más éxitos cosechó. El técnico del Real Zaragoza se doctoró como jugador en este tipos de torneos de definición rápida, ya que en su palmarés sólo figura una Liga (1985).

Dos Copas, una Recopa, una Copa de Italia, dos Copas de la Liga, una Supercopa... No existe ninguna duda sobre su especialidad cuando estuvo en activo, aunque este tipo de competiciones le reservó alguna amargura, como las derrotas en la Copa de Europa frente al Steaua (1986), en Sevilla, y la que vivió con la Sampdoria, con el Bar§a como rival, en la final de la Recopa de 1989. Víctor figura como el futbolista de origen aragonés con más galardones. Sólo Lapetra, con dos Copas, una Copa de Ferias y una Eurocopa, está a su altura.

Primera experiencia

Nada más aterrizar en el Camp Nou, adonde llegó fichado del Real Zaragoza en 1981, Víctor se vio en la final de la Recopa contra el Standard de Lieja. Se la llevó, aunque no la jugara, con 100.000 espectadores poblando el Camp Nou, el estadio que había sido elegido para la cita.

El torneo del KO español le reservó cuatro finales con diferente signo. En 1983, en La Romareda donde se forjó como profesional, el Bar§a doblegó al Real Madrid (2-1). El zaragozano marcó el primer gol, Santillana empató para los blancos y Marcos Alonso, exentrenador del Zaragoza, estableció el 2-1. El Athletic frenó, un ejercicio después, el voraz apetito copero del equipo que entrenaba César Luis Menotti. Un madrugador tanto de Endika supuso una losa insalvable para el conjunto catalán.

La espina más dulce se la clavó Rubén Sosa en 1986. El Bar§a partía como induscutible favorito, pero el Zaragoza rompió todos los pronósticos. La última alegría en la Copa para Víctor se produjo ya en el ocaso de su periodo como azulgrana. El Bar§a se impuso, en 1988, a la Real Sociedad (1-0).

En sus dos temporadas en Italia, ganó una Copa con la Sampdoria, con el Nápoles como enemigo. Dentro de un mes le espera el Real Madrid en Barcelona. Otra final, esta vez la primera como técnico del equipo que le vio nacer.