El Real Zaragoza ha aceptado el órdago del Mallorca igualando los 2,5 millones de euros (400 millones de pesetas) y un jugador que el club balear ha ofrecido al Valladolid por Oscar, objeto del deseo de ambos equipos. La ofensiva del conjunto aragonés es, por lo tanto, total por un futbolista por quien lleva apostando desde la salida. En el seno de la entidad que preside Alfonso Soláns se espera con optimismo que el mediapunta recale definitivamente en la disciplina zaragocista. Lo curioso de la negociación es que el Mallorca y el Real Zaragoza han coincidido incluso en la oferta temporal y económica con el interesado: tres temporadas con opción a una cuarta y una ficha anual que podría rondar los 600.000 euros (cien millones de pesetas).

Ese equilibrio lo romperá el propio Oscar, que ayer manifestó no tener prisa alguna por elegir su próximo destino y que no dará una respuesta hasta la semana que viene. Es más, confesó sentirse "algo nervioso" porque no sabe con cuál de las dos opciones quedarse. Le gustan ambas porque por el lado zaragocista tendría la oportunidad de disputar la Copa de la UEFA, mientras que por el proyecto mallorquín le atrae por cuestiones de futuro. "Lo consultaré con mi familia", dijo.

PULSO AL LIMITE El Valladolid ha logrado que el pulso llegue al límite. Acuciado por las deudas de Hacienda, ha solicitado que el futuro cobro por los derechos de formación y promoción del futbolista, que acaba contrato el 30 de junio, se produzca en pagos diferidos --en varias temporadas-- para evitar el acoso de los acreedores en el caso de que el capital le llegara en una única partida. Desde el principio exigió tres millones de euros más un delantero en calidad de cedido. El Real Zaragoza, en conversaciones telefónicas, le propuso 1,8 millones, pero la aparición en escena del Mallorca, con una conversación directa entre su presidente, Mateo Alemany, y el del club pucelano, Carlos Suárez, en la reunión que mantuvo el lunes en Madrid la Liga de Fútbol Profesional (LFP), obligó a una reacción urgente por parte de la directiva aragonesa.

El club balear habló en esa cita de 2,5 millones y a añadió a Tuni o Güiza, dos delanteros. El Real Zaragoza ha llegado a esa cifra, pero tiene un pequeño problema con los atacantes que ofrece: Yordi no quiere jugar en Segunda, y Drulic y Bilic no convencen en Pucela. El periodo de espera queda abierto, por lo tanto, a la decisión final de Oscar, que tiene dudas y una respuesta que dar.