El keniano Eric Kiptanui, de 22 años, y la etíope Gelete Burka, de 31, prolongaron este domingo la tradición africana en la San Silvestre Vallecana, la más populosa del mundo, que en su 53 edición congregó en Madrid a 42.000 corredores.

El aragonés Toni Abadía volvió a subir al podio como tercero, como en 2016.

Kiptanui dio a Kenia la duodécima victoria en Vallecas, con un tiempo de 27:33, tercera mejor marca en la historia de la prueba, seguido del también keniano Amos Kirui (27:47) y de Abadía (28:23), mientras que el veterano Jesús España perdió el esprint con el ganador anterior, el eritreo Nguse Amsolom (28:34), y llegó quinto en su decimocuarta participación con 28:35, seguido de Javi Guerra (28:38).

Gelete Burka, al cabo de una carrera en solitario, obtuvo su segunda victoria, cinco años después, con un tiempo de 30:54, a un segundo de su propio récord. Perdió una nueva plusmarca al ser obstruida por una moto de carrera a sólo 200 metros de la meta.

La lluvia, que había molestado a los corredores populares dos horas antes, respetó a le elite, que partió con 8 grados de temperatura y un viento molesto que soplaba a 26 km/h.

Toni Abadía, tercero el año pasado -su segundo podio en Vallecas- había anticipado que los africanos iban a imponer su ley: el eritreo Nguse Amsolom, que defendía título, y los kenianos Amos Kirui (campeón mundial júnior de 3.000 m obstáculos en 2016) y Eric Kiptanui.

El veterano Jesús España, en su decimocuarta participación, aceleró un poco al comprobar que la carrera iba lenta, a tres minutos el primer kilómetro.

El récord de la carrera masculina estaba imposible. El keniano Eliud Kipchoge, rey del maratón actual, venció en 2005 con 27:34 y un año después con 26:54, marca inaccesible desde entonces.

Toni Abadía, que venía de ser segundo hace tres días en la Vuelta a Funchal (6 km), compareció en cabeza a partir del tercer mil con una táctica ambiciosa que seleccionó a una primera novena al paso por la Puerta de Alcalá y Cibeles.

Los dos kenianos atacaron a partir de la famosa fuente, dejando atrás al ganador de 2016, que, recién salido de una lesión, prefirió quedarse con los primeros españoles, juntos en busca de la tercera plaza del podio.

Mientras los dos kenianos luchaban por la victoria, Abadía siguió tirando detrás para descolgar al eritreo. Dos batallas paralelas de las que salieron airosos Kiptanui y el aragonés.

En categoría femenina, la ausencia de la etíope Tirunesh Dibaba, que no pudo viajar a Madrid por no tener el pasaporte en regla, redujo la lista de favoritas a una sola, su compatriota Gelete Burka, que regresaba a Vallecas cinco años después de ganar con récord de la prueba (30:53).

Burka, campeona mundial de 1.500 en pista cubierta en Valencia 2008 y subcampeona mundial de 10.000 en 2015, corrió sola, en efecto, desde la salida -acompañada sólo por hombres- y terminó venciendo aunque con el sabor agridulce de haberse dejado un nuevo récord al ser obstruida por una moto.

Tres horas antes, en la carrera popular, con 40.000 corredores en la salida en cuatro oleadas desde las 17.30, el madrileño Borja Jiménez Batet, segundo el año pasado, consiguió al fin su primera victoria tras derrotar en los últimos metros al policía local de Alcobendas Alex Jiménez, que parecía tener el triunfo a buen recaudo.

Jiménez imprimió a sus piernas un cambio brusco en los últimos 200 metros y sorprendió a Jiménez, que se había adelantado con un ataque en las cuestas de Vallecas, para ganar con un tiempo de 31:21 y un margen de tres segundos.

En categoría femenina repitió victoria la rumana -residente en España- Cristina Giurcanu, del club Clínicas Menorca, con un tiempo de 36:06, seguida de Marta Borrajo (36:23) y de la francesa Laura Serres (36:41).

Dos triunfos sin recompensa económica -sólo un trofeo- pero de gran prestigio en el mundo del atletismo popular