Un gol del centrocampista del Real Madrid Toni Kroos en el minuto 89, tras un error del debutante Kiko Casilla, le dio la victoria a Alemania frente España, en un partido en el que las dos últimas campeonas del mundo demostraron estar lejos de ser los equipos que se alzaron con los títulos. Ambas se convirtieron en la bandera del nuevo fútbol, devolvieron el balón al juego, pero en Balaídos no hubo rastro de esos equipos. Las ausencias por lesión, sobre todo en el equipo de Joachim Löw, y la retirada de jugadores fundamentales en sus onces como Xavi Hernández o Xabi Alonso, en España, o Lahm y Klose, en Alemania, les ha hecho daño.

Ambos seleccionadores tienen mucho trabajo por delante en esta larga transición que finalizará en la Eurocopa de Francia 2016. Quedó claro en Vigo donde Alemania le demostró a la Roja que la goleada ante la indolente Bielorrusia no justifica su recuperación. El partido se presentaba como una buena oportunidad para que los nuevos, Morata, Nolito o Raúl García, se luciesen ante Vicente del Bosque, pero casi ninguno aprovechó su oportunidad.

Sin Iniesta y Silva por lesión y con Xavi retirado, en Balaídos se confirmó que Isco es el nuevo líder. Su autoridad ha crecido. No brilló como en Huelva, pero volvió a ser el faro ofensivo, el único que aportó algo diferente. Enfrente, Alemania, que cumplió el trámite con el menor gasto posible y disfrutando de las mejores ocasiones, a través de Bellarabi y Volland. También tuvo España su oportunidad para desnivelar el choque, pero Pedro intentó una vaselina imposible. Hasta que Kroos lanzó un misil que se envenenó por la lluvia y Kiko Casilla no acertó a parar.