Los números dicen que Víctor Muñoz Manrique es el mejor futbolista aragonés, aunque el no se lo cree, puesto que hay nombres ilustres "como los de Planas, Violeta o Lapetra que han tenido más calidad. Son tiempos distintos, yo he tenido más suerte y he vivido otras experiencias", dice.

Era un jugador fuerte, resistente, un marcador implacable no exento de calidad. Es el aragonés que más veces ha sido internacional, 60 exactamente. Víctor fue jugador de cuatro equipos: el Zaragoza, el Bar§a, la Sampdoria y el Saint Mirren. Con el club azulgrana logró sus mejores momentos.

Ahora es uno de los entrenadores de la nueva ola del fútbol español con Benítez, Camacho, Alcaraz y Ferrando. Este es su segundo año como técnico del Real Zaragoza. "La vida da estas vueltas y ahora mismo me encuentro en Zaragoza, en el equipo donde me formé y en el que me hice profesional. Ahora estoy muy a gusto como entrenador en mi ciudad, con mi familia, mis padres y mis sobrinos", afirma el zaragozano.

Víctor llegó el año pasado a mitad de temporada sustituyendo a Paco Flores y besó el santo con el título de Copa del Rey frente al Real Madrid. "Fue un éxito muy importante para la ciudad ganar a un Real Madrid crecido", recuerda el entrenador aragonés.

Un año difícil

Cuando Muñoz compitió en los Juegos de Moscú en el 80 pertenecía todavía al Real Zaragoza y tenía 20 años. Un año más tarde fichó por el Barcelona. "Tuvimos un año difícil y luchamos por la permanencia con algunos jugadores que subieron del Aragón. El entrenador era Manolo Villanova".

Los Juegos de Moscú fueron los del beto de los americanos a Rusia por la guerra de Afganistán. "Fueron unos Juegos un poco grises. En nuestros pasaportes cambiaron mi profesión de futbolista por administrativo, puesto que no podíamos ser profesionales. Era una contradicción porque los deportistas de los Países del Este eran más profesionales que los occidentales", afirma. Muñoz recuerda que empataron los tres partidos, con Argelia, Siria y Alemania Democrática. "Estos últimos ganaron el oro". España jugó en tres sedes, Minsk, Kiev y Moscú. "Jugué de titular todos los partidos y el oscense Güerri fue el otro jugador aragonés", comenta. El poder convivir con deportistas de diferentes países "es una experiencia muy interesante. Todo son detalles para vivir y para describir. Unos Juegos te marcan para toda tu vida".

El fútbol en los Juegos sigue siendo el hermano menor de los Campeonatos del Mundo. "Pero depende para quién. Para un atleta son mucho más importante unos Juegos. En este deporte suelen ir los jóvenes mejores y no van los que tienen más nombre", explica el técnico del Real Zaragoza.

Su papel como entrenador es muy diferente a su profesión de futbolista. "Hay una predisposición muy buena de los medios de comunicación de Zaragoza y por mi parte colaboro con ellos y me pongo en la piel de la prensa", dice Víctor.

La mejor dedicación para Muñoz es la de futbolista puesto que es la que "menos responsabilidad tiene. Tú eres el protagonista". Como entrenador tienes momentos "que te dan mejores sensaciones. Entrenar a un grupo de profesionales de diferentes orígenes y proponerles una idea en común es muy interesante. Es una relación muy rica. Hay otras interrelaciones con directivos, medios de comunicación, la afición... Si lo logras, el cometido de entrenador es más bonito que el de futbolista", afirma el entrenador zaragozista. Dentro de ese grupo "debes ser justo, comunicar bastante y dar pie a estar cerca de los jugadores que no actúan normalmente".

Actualización

Víctor trata de mejorar día a día. "Intento actualizarme y abrirme. Hay que avanzar investigando y no ser repetitivo". Ahora hay muy buenos entrenadores jóvenes en España. "Tenemos técnicos que salen fuera y ahora se nos respeta. La globalización llega al mundo de los entrenadores".

El preparador del Real Zaragoza tiene tres hijos que residen en Barcelona. "No se descarta que puedan venir a Zaragoza", dice. Las dos niñas hacen atletismo federado "Marta, la más pequeña, hace resistencia, Silvia vallas y Jorge juega a fútbol en el Cornellá". A los tres les gusta el deporte y "son más rápidos que resistentes".