El Tecnyconta Zaragoza consiguió todos sus objetivos. Mejoró su defensa, logró la implicación de todos sus jugadores, se impuso con gran dominio y claridad y recuperó el averaje al Bilbao Basket (81-61). Con todo eso el equipo de Pep Cargol dio un paso inmenso hacia la salvación porque deja un poco más atrás el descenso y distancia también a un rival directo. Fue un triunfo coral y absolutamente merecido. El Tecnyconta fue mucho mejor que un rival noqueado al primer golpe y que dejó malas sensaciones, sin capacidad de reacción en ningún momento.

El equipo aragonés tuvo claro su camino. Durante toda la semana previa estuvo concienciándose de la importancia de una buena defensa y fue lo que puso en práctica en la pista. Desactivó al Bilbao con una alta exigencia de los dos bases sobre Tabu y con un buen trabajo sobre Mumbrú. Así cimentó su triunfo ante un rival que quedó aturdido desde los primeros compases y que acabó sin argumentos conforme el Tecnyconta iba aumentando su ventaja. El conjunto de Cargol logró dejar a su rival en tan solo 61 puntos con unos porcentajes de acierto bajísimos. También le superó en asistencias y rebotes y, en general, en todas las facetas del juego.

Fue un triunfo más plácido de lo que cabía esperar entre dos rivales directos. El Tecnyconta dominó la situación y lo hizo durante los cuarenta minutos. No tuvo momentos de duda ni vacilación, no vivió ninguna crisis. Ni dejó reaccionar a su rival ni su rival hizo mención de reaccionar. Lo más parecido fueron dos triples consecutivos poco antes del descanso que no llegaron ni a ser un espejismo. Lejos de perder su ventaja, el Tecnyconta la fue aumentando conforme pasaban los minutos hasta una máxima de 24 puntos (79-55) que se quedó en 20, distancia real de lo que se vio en la pista.

Todos los jugadores mostraron implicación y generosidad en el esfuerzo defensivo que permitió al equipo sentirse cómodo en ataque. Ahí también fue un triunfo coral, con cuatro jugadores por encima de los diez puntos. No, esta vez no fue Gary Neal el máximo anotador sino Tomás Bellas, que lideró al equipo con acierto e inteligencia. Pero sí volvió a ser el mejor valorado porque la defensa sobre Neal fue especialmente atenta pero el escolta fue capaz de encontrar a los pívots y de sacar faltas personales que produjeron réditos para su equipo.

Un día más Pep Cargol intentó sacar el máximo provecho de sus recursos, limitados pero exprimibles. No echó de menos otro pívot pese a que ayer le tocó a De Jong dar el susto con problemas en un tobillo desde el primer cuarto porque el Bilbao Basket tampoco le puso problemas por ahí. El conjunto de Mrsic no encontró su vía ni por dentro ni por fuera, ni esforzándose en el rebote, ni buscando un pase de más. Todo parecía insuficiente para un equipo que dejó malas sensaciones y que no pudo en ningún momento sacarse de encima el dominio de un Tecnyconta muy serio y seguro de sí mismo. Completó 40 minutos a un buen nivel, se llevó un triunfo contundente, de los que alimentan el ánimo, sacó un buen averaje y se marchó feliz. Eso es un trabajo bien hecho.