El húngaro Miklos Feher, delantero del Benfica, murió ayer tras caer fulminado al terreno de juego del campo del Vitoria de Guimaraes, donde estaba jugando su partido de la decimonovena jornada de la Liga portuguesa. El jugador fue trasladado de urgencia a un hospital cercano. Los intentos para reanimarle no tuvieron éxito y Feher murió a causa de una embolia pulmonar en el centro hospitalario a primera hora de la madrugada.

El partido, disputado bajo una intensa lluvia, se encontraba en el tiempo de descuento. El Benfica acababa de inaugurar el marcador por medio de Fernando Aguiar. Feher pugnó por un balón en la banda derecha de su ataque. El colegiado decretó fuera de banda a favor del Vitoria. El delantero, sonriente, anduvo unos metros, dio media vuelta y, de repente, fatigado, se sintió mal. Se agachó unos instantes y se desplomó sobre el césped. Sus compañeros rápidamente se dieron cuenta de la gravedad. Uno de ellos le puso de lado y otro le abrió la boca y le intentó sujetar la lengua por si se la había tragado.

Los servicios sanitarios de ambos equipos saltaron al campo y se dirigieron hacia el cuerpo del húngaro a gran velocidad. Allí le aplicaron los primeros auxilios, pero de inmediato se optó por trasladarle al hospital Señora de Oliveira de Guimaraes en ambulancia, donde finalmente falleció.

Mar de lágrimas

Los jugadores del Benfica fueron un mar de lágrimas. Algunos, desconsolados, se arrojaron incluso al suelo, y hasta el técnico español José Antonio Camacho se mostró muy afectado y abandonó el campo llorando amargamente. Feher, nacido el 20 de julio de 1979 en Tatabanya, se formó en el equipo de su ciudad natal, Gyor ETO. Tras deslumbrar en la liga local fue traspasado al Oporto, donde incluso llegó a proclamarse campeón del campeonato portugués. Después pasó por el Salgueiros y el Sporting de Braga, hasta llegar al Benfica.