Jessica Ennis es una de las mejores especialistas de pruebas combinadas de la historia. Triple campeona del mundo, tocó techo en su país con el oro olímpico en Londres. Después tuvo un hijo y retomó la gran competición siendo segunda en los Juegos de Río. La búlgara Jaklin Zatlanova, la pívot del Mann Filter, tiene a la atleta inglesa en un pedestal. «Es una de mis grandes referencias y admiro a Ennis», afirma la jugadora tras el entreno matutino de ayer en el pabellón Siglo XXI.

Zlatanova es una de las jugadoras fundamentales en la historia del Mann Filter. Con Victor Lapeña como técnico lideró con Ocete y Ferrari al equipo zaragozano alcanzando las semifinales del playoff de la Liga Femenina de hace dos cursos. Después se quedó embarazada y dio a luz a finales de abril a una niña. Nunca dudó de que regresaría a Zaragoza, Es el lugar donde más se le quiere y más se le valora. Tan solo quedan dos semanas para que vuelva a calzarse las zapatillas para jugar un partido de Liga Femenina. Será en Madrid el 30 de septiembre y el rival el Uni Ferrol.

Zlatanova dio a luz en la ciudad británica de Harrogate, donde trabaja su esposo. La pívot tiene una nueva ilusión en su vida. «Todo el mundo dice que de cara es clavada a su padre. Tras dar a luz ha cambiado mi perspectiva de todo y de las cosas diarias de la vida. Ahora disfruto mucho más y aprovecho los minutos en pista». En agosto del año pasado Zlatanova tuvo la noticia de que estaba embarazada. «Después se lo dije al club. Desde que me enteré dejé de jugar a baloncesto. Hasta el quinto mes del embarazo estuve activa. Al principio trotaba y después hice yoga y ejercicios de respiración en casa. Todo sin forzar», explica.

VOLVER A EMPEZAR

Antes de dar a luz, Zlatanova llegó a pesar 113 kilos. «En plena forma estoy en 30 kilos menos y la niña era muy pequeñita. Tenía 3 kilos 350 gramos cuando di a luz», explica la jugadora búlgara. De forma progresiva Zlatanova volvió a moverse para activar su cuerpo. «Empecé a realizar ejercicios ligeros una semana después de dar a luz Isaac Caseras, el preparador físico del Mann Filter, me envió un plan. Ha realizado programaciones para madres deportistas como Paola Mercadal, Arancha Calvo o Paula Palomares. Al principio realizaba sentadillas sin peso y tonificación de glúteos y al mes empecé a correr», apunta.

A principios de que septiembre comenzó los entrenamientos con el Mann Filter. «Las primeras sesiones estaba muy lenta, me costaba cambiar de dirección y perdí un poco de tacto con el balón. Mis compañeras me han ayudado a adaptarme en los primeros entrenamientos y he ido cogiendo el ritmo poco a poco», explica.

Nunca dudó que cuando volviera al baloncesto sería en el Mann Filter. «Para mí y para mi niña es el mejor sitio para regresar. Estoy como en casa, conozco a la gente y es un sitio donde te pueden ayudar. Durante todo el embarazo me preguntaban cómo estaba Freddy Gimeno y Víctor Lapeña. Ellos se pusieron muy contentos cuando les dije que volvía al Mann Filter. Siempre han estado dispuestos a ayudarme y nunca me han metido prisas. Me dijeron que fuera a mi ritmo, que lo importante es que mi niña y yo estuviéramos bien», explica.

Zlatanova cumplirá el próximo 25 de septiembre 29 años. Reconoce que tras el nacimiento de su niña es «más madura. Tras dar a luz disfruto más estando en la pista. No focalizo en los pequeños problemas de los entrenamientos. Disfruto más el tiempo que paso con las compañeras y cuando llego a casa desconecto muy rápido y pienso más en la niña», afirma.

Ahora Jaklin recibe la ayuda de su madre y de una asistenta. «Pero por la mañana la llevo a una guardería por la noche. Ya le he dejado de dar del pecho. Cada vez duerme mejor y cada vez se despierta menos por la noche», indica Zlatanova.

Volvió a jugar un año más tarde. Fue un encuentro amistoso en Magariños contra Estudiantes. «Salí en el quinteto titular y jugué 25 minutos. Anímicamente estaba tan contenta como una niña. Verme de nuevo en una cancha era una buena noticia. Pero no tenía ritmo de juego y me faltaba aire. Todavía estoy torpe en la rapidez de las manos cogiendo rebotes. Me queda trabajo por hacer, pero cada vez voy mejorando», explica la búlgara.

Zlatanova ha vuelto a un equipo que aspira a grandes cosas esta temporada. «Hay que ir partido a partido, entrenamiento a entrenamiento, sin hablar de quedar terceras o cuartas. Lo primero es trabajar y estar dispuestas a ganar en la pista. El equipo está muy unido, hay buen rollo y todas vamos a lo mismo», concluye la pívot.